Si sobre el escenario, Jennifer Lopez es toda una estrella, la realidad es que lo que se ve bajo los reflectores es producto de un trabajo intenso por parte de la cantante. Y es que es de lo más común encontrar fotografías de paparazzi de la también actriz llegando o saliendo del gimnasio. Es precisamente en esas ocasiones en las que el glamour queda de lado, y su atuendo se basa en la practicidad para poder ejercitarse al máximo. A lo largo de los años, JLo ha sido sumamente honesta al dejar claro que la imagen que proyecta a sus 54 años es producto de una estricta rutina, que no solo incluye una dieta estricta y un calendario de ejercicio por demás ajustado, sino que cuestiones como el descanso, juegan un papel sumamente importante en su día a día. Es por esto que los vistazos que se dan de Jennifer en su versión casual, son seguidos a detalle por sus seguidores, sobre todo si una de sus apariciones incluye a uno de sus hijos. Después de un par de meses en los que JLo había aparecido en solitario o acompañada de su marido, Ben Affleck, en esta ocasión se le ha visto en una salida de compras con su hija Emme. A pesar de que en su infancia, era muy común ver a sus mellizos acompañando a la intérprete de Jenny From the Block, ahora que tienen 15 años, sus apariciones públicas son mucho más esporádicas. Lejos quedó la pequeña Emme que subió al escenario con su mamá en el Super Bowl, ahora la jovencita prefiere la discreción y se mantiene alejada de los reflectores, por lo que sus apariciones con su madre son todo un hito.