El lujo de la comodidad de Chanel

Después de unas vertiginosas semanas en las que lo mejor de la moda se fue presentando en las capitales del estilo, llegó el último día de la Semana de la Moda de París con el desfile más esperado, el de Chanel. Con una alta anticipación y una front row con sus embajadoras de confianza y un par de celebridades que hicieron su primera aparición en este desfile, Virginie Viard presentó su propuesta para la primavera / verano 2024, que a pesar de contar con todos los elementos característicos de la firma, esta vez decidió apostar por un acercamiento completamente diferente. Dicen los que saben que el lujo es sinónimo de comodidad. Muchas veces, se paga más para estar más cómodo, por lo que a pesar de que los dos conceptos podrían pensarse contrarios, la realidad es que van de la mano. Es por esto que al pensar en una de las firmas de lujo más importantes del mundo, no sorprende del todo que se haya recurrido a uno de los conceptos más anhelados y codiciados en estos tiempos, la comodidad. Con las libertades que se pueden tener en una colección Ready-to-Wear, después de la fastuosidad que se ve en los desfiles de Haute Couture de la marca, en esta ocasión se pudieron ver sobre las pasarelas las siluetas más relajadas y los complementos casuales que seguían el concepto elegido por Virginie, inspirándose en la vida de las villas francesas, lo que explica el abanico multicolor que se vio en este desfile.

“Esta colección RTW SS24 es una oda a la libertad y el movimiento, y cuenta la historia que tiene sus orígenes en los jardines de la villa Noailles”, ha explicado Virginie. Estos conceptos de los que habla, quedan especialmente enmarcados en algunos de los looks, con vestidos holgados a modo de túnicas, que en distintos colores y texturas fueron inundando la pasarela, eso sí, todos llevados de la forma más relajada.

La villa a la que hace referencia la directora creativa de la firma es una construida en 1923, en Var, Francia. A pesar de que la residencia dista mucho de lo que se imagina cuando se piensa en Chanel, sus líneas geométricas y estructuras multicolores fueron reflejados en distintos de los looks que se vieron sobre la pasarela, ya fuera de forma discreta o algunos en su manera más literal -como aquel look que emuló el diseño triangular de uno de los jardínes de la villa-, haciendo un guiño al cubismo de la época.

‘La libertad idílica’ es otro de los conceptos que menciona Virginie al hablar de esta colección, la cual se ve reflejada en las siluetas de muchos de los vestidos, que se alejan de las figuras ceñidas y pesadas, dejando incluso los clásicos tweeds al vuelo.

Por supuesto, los guiños a los momentos clásicos de la marca no han faltado, pero todos con un giro fresco y divertido, que parecen más cercanos a las colecciones crucero de Chanel que a lo que se acostumbra a ver en las entregas Ready-to-Wear–. Y es que una vez más, Virginie ha querido estampar en cada una de sus creaciones la famosa joie de vivre de los franceses, una especialmente distinguida durante la época veraniega.

“Sofisticación e informalidad, el tweed a través de la colección, la ropa deportiva y el encaje, traté de traer una cosa grande y su opuesto juntos, el manera más genial posible. Y los jardínes y las albercas de la villa Noailles, el lugar excepcional, se prestaban muy bien”, ha explicado Virginie sobre esta colección que ha dado mucho de qué hablar.

Accesorios

Los guiños a los aspectos más clásicos de la colección, esta vez se han dado a través de las texturas y los accesorios. El infaltable tweed, las perlas y las siluetas clásicos de los bolsos han sido el hilo conductor en esta versión más relajada de la firma.

Otro detalle que no ha pasado desapercibido son las gafas oscuras, que fueron una constante a lo largo de los cambios y destacaban por su estilo -muy de los años 80s- con estructuras establecidas y algunos toque de la marca como las cadenas y el uso de metales. También muy comentado fue, el hecho de que todas las modelos iban en sandalias o ballerinas, con solo un par luciendo botas, pero nadie los usuales tacones de estos desfiles.

Desde la front row, las embajadoras de la marca, Carlota Casiraghi y Penelope Cruz, Riley Keough -que se estrena en estos desfiles-, así como Camila Morrone, que parece dar continuidad a su proyecto televisivo con la nieta de Elvis, observaron cada detalle de la pasarela.