Chanel se inspira en su mítica camelia en todas sus formas en su nueva colección

La Ciudad de la Luz se encuentra de manteles largos, como el escenario de la semana de la moda más esperada alrededor del mundo. Es así como la vibrante París se ha engalanado esta semana con los diseños más exclusivos y sofisticados de la industria de la moda y, por fin, este martes, ha llegado a su momento cumbre en el día en el que Chanel se apodera de la pasarela. Como es tradición, la firma francesa por excelencia ha reunido a sus embajadoras y a los amantes de la moda para presentarles su propuesta para la próxima temporada. Carlota Casiraghi, Penélope Cruz y la recién llegada Whitney Peak -nueva imagen de Coco Mademoiselle- tomaron sus lugares en la front row para conocer las nuevas fantasías que se verían cobrar vida sobre la pasarela, en esta ocasión, tomando como inspiración uno de los emblemas más icónicos de la firma, la mítica camelia que tanto apreciara Gabrielle Chanel.

“La camelia es más que un tema, es un código eterno de la Maison”, ha explicado Virginie Viard, la directora creativa de la firma, quien a lo largo de los últimos años ha ido repasando algunos de los aspectos más característicos de la firma. En esta ocasión, la hermosa flor se mantiene como un emblema constante en todos los cambios, apareciendo de distintas formas, con diferentes estéticas, texturas, tamaños e incluso, siluetas. “La encuentro tranquilizadora y familiar, me gusta su suavidad y su fuerza”, ha explicado la creadora francesa.

Que si la camelia iba a aparecer, lo iba a hacer en todas las modalidades posibles, como se puede apreciar en esta imagen. Con una estética sofisticadamente cobrada de los años 70s, en la que los aretes muestra una versión completamente transformada de la clásica camelia que regularmente se liga a la firma.

“La energía de la alegría de los caballos de madera que provee el set del film de Inez & Vinoodh, con la actriz Nana Komatsu como heroína, me dio la idea para los trajes de bermudas y la asimetría”, explica sobre una de las combinaciones más consistentes dentro de esta colección.

Y es que en esta ocasión, las siluetas de los trajes tradicionales de la firma se ven modificadas por cortes asimétricos que cargan de movimiento como las olas a cada uno de los looks. Dando un juego favorecedor a los looks casi religiosamente bicromáticos que se pudieron ver sobre la pasarela.

Los estampados han sido otra de las características que han llamado la atención dentro de esta colección. A pesar de que la mayoría de los looks se vieron en blanco y negro, en las telas se podían ver distintos diseños en los que la camelia se iba transformando, desde la más suave versión de la flor, hasta una propuesta geométrica que remite irremediablemente a los años 70s.

El escenario elegido para esta ocasión dejaba ver como piedra angular y centro de la mirada una enorme camelia que se mantendría en color blanco a lo largo del show, cambiando a rojo únicamente para el cierre, dos versiones en las que Chanel ha hecho uso de esta flor que era la favorita de Coco Chanel. Este plano monocromático del escenario permitió que los pocos destellos de color que hubo dentro de la colección resaltaran aún más y marcaran el cambio de paso.

“Los colores desteñidos, el rosa opaco, las piezas artesanales, los toques de los 60s y 70s, una cierta vibra británica, la comodidad, los abrigos envolventes, los materiales auténticos, hacen la colección más real, también más encantadora”, cuenta Virginie de su propuesta, reafirmando la sensación que se tiene a primera vista de los cambios que se presentaron esta mañana.

Los deseadísimos bolsos de Chanel también se vieron enmarcados por las camelias, ya sea en una versión discreta como en este modelo o tomando por completo el diseño en otras de las propuestas que se pudieron ver.

Las camelias en distintos materiales, estampados, texturas y hasta formas, fueron parte esencial de los beauty looks de las modelos, tomando posesión de sus melenas con peinados relajados y juveniles, que aportaron frescura a esta colección.