El maravilloso tweed, sello distintivo de la firma francesa, no podía faltar sobre la pasarela, esta vez complementado en superposición con otras telas y bordados, haciendo un juego de texturas muy interesante, que puede ser llevado a todo tipo de prendas. En cuanto a los bordados, hasta un corgi se pudo apreciar en una de las chaquetas, un guiño a los filmes que se realizaron para presentar esta colección. Según explica Virginie, en la tercera colaboración que la firma ha hecho con Xavier, la inspiración comenzó en el apartamento de rue Cambon de Gabrielle Chanel, “Le pedí que reinterpretara el bestiario y lo incorporara al suyo. Todo el universo de bordados de la colección se ha basado en el mundo animal”.