La estadounidense quedó totalmente conquistada con la cultura, colores y tradición mexicana al emprender un viaje por sus ciudades y lugares más históricos como visitar el puerto de Veracruz (y tomarse un café lechero), o conocer Monterrey, en donde aprovechó para capturar uno de sus tantos outfits frente al Museo del Obispado.
"La vida debería de ser idealizada", escribió en esta publicación mientras bajaba las escaleras de este sitio en un set digno de imitar compuesto por una camisa blanca que amarró en un estiloso nudo, una falda con abertura y botas vaqueras, el calzado de la temporada.