A lo largo de esa etapa, la vida de Bárbara se vio marcada por su embarazo siendo muy joven. Ante la incertidumbre de lo que vendría para ella en el futuro, fue ese suceso el que la motivó a no bajar la guardia, pues quiso vislumbrar el mejor escenario para el bebé que ya venía en camino, su hija Mar. “Ahora que lo pienso (digo): ‘Pobre Bárbara’, -pero ahí era Claudia, porque yo me llamo Claudia Bárbara-, entonces (digo): ‘Pobre Clau, cómo le hiciste’. Definitivamente creo que Mar me salvó, y yo se lo he dicho muchas veces: ‘Tú me salvaste la vida’. Porque me embaracé a los 16 y si no, ¿qué hubiera pasado? Y porque por ella quise trabajar, por ella quise hacer, por ella quise salir adelante, tener dinero para darle una escuela buena. Ella fue la que me impulsó a ser alguien…”, reveló. “Tenía 16 años, 15, me sentaba en mi cama en Acapulco y me imaginaba con un bebé… yo la quería. Yo me veía con un bebé…”.