En ese mismo sentido, Lidia se refirió a las razones por las que decidió seguir adelante con su boda, a pesar de que su intuición le pedía le contrario. “Tenía mucha presión, yo solita, porque nadie me estaba poniendo una pistola en la cabeza”, comentó. “Pero ya estaba ahí, y era de: ‘¿cómo?’, antes muerta que sencilla, cómo le iba a dar la razón a todo el mundo”, agregó. “Lo único que valió la pena de todo eso fue mi hija, porque eso no lo cambio por nada, porque por algo lo viví, desde ahí mi vida comenzó a cambiar, porque toda mi vida fue increíble”, resaltó la intérprete.