Ante la ferviente necesidad de sus hijos por explorar esta faceta creativa, Alejandro puso todo en marcha para que los tres contaran con una formación profesional en música, lo que implicó que incluso tuvieran que mudarse a las ciudades en las que se ubican las instituciones en las que se preparan. “Pero sí, definitivamente, los tres estudiaron música; América ya estudió, estudió en Boston, en Berklee. Emiliano y Valentina están estudiando también música en Los Ángeles, así es que lo traen en la sangre…”, contó El Potrillo, quien a lo largo de estos años, y más allá de sus múltiples compromisos laborales, nunca se aparta de su familia.