Andrea reflexionó respecto a lo sucedido, aludiendo a la parte más humana de Pablo y de Juan Ricardo, quienes desafortunadamente se dejaron llevar por sus impulsos sin imaginar que un altercado vial tendría un desenlace fatal. "Un conjunto de decisiones por impulso, que cambiaron por completo la vida de dos familias que no merecían esto… No conocí al señor que falleció, pero el que haya tenido un mal día o una decisión incorrecta o agresiva, no lo hace una mala persona", señaló. "Conozco a Pablo hace muchos años y puedo decir que el que tomara una decisión impulsiva, no lo convierte en una mala persona. Pablo sin duda es un buen ser humano, buen hombre, trabajador, buen padre, buen esposo, dulce, divertido, buen compañero. Es un ser humano tan humano e imperfecto como la mayoría de nosotros, que actuó por impulso y jamás hubiera deseado un resultado así. Ninguno merecía este resultado”, agregó.