En otro instante, Tania ahondó en su relato para compartir cómo fue recibir ese golpe emocional, pues por esos días estaba segura de que todo se daría sin ningún contratiempo. “Fue muy duro porque siento que a veces soy como un robotito que no para, y pensé que nunca me iba a pasar y creo que sentirte segura es de las cosas que más me ha costado, como entender que tú no eres la dueña de tu destino, a veces la vida te pone ese tipo de cosas…”. En la plática, además recordó el instante en que los médicos le conformaron que debido a su situación tenía que someterse a un legrado. “Yo estaba sola, Dani andaba en una convención, no estaba en México, estaba en Valle de Bravo. Le hablé le dije: ‘¿Sabes qué? Vente, me van a tener que hacer un legrado’…”.