El escándalo hizo eco a mitad de la semana luego de que una cuenta de Instagram, que afirmaba pertenecer a Mason Disick, compartió una serie de publicaciones que apuntaban a que Kyle Jenner llegaría muy pronto al altar junto al padre de sus hijos, el rapero Travis Scott, incluso, sugirió que la empresaria habría asistido a una fiesta para celebrar los preparativos de la boda. La situación se tornó insostenible a tal punto que la mayor de las Kardashian se vio obligada a desmentir la tonelada de rumores que seguían implicando a su primogénito.