Las Trump más sobrias que nunca en el último debate frente a una vibrante Jill Biden

En vísperas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la Belmont University en Nashville ha sido el escenario del último debate entre los candidatos. Con un ambiente mucho menos tenso que en el último enfrentamiento que se volvió viral, Donald Trump y Joe Biden discutieron sus posturas en distintos temas, por supuesto, sin dejar de lado la controversia que los ha acompañado en la que sin duda ha sido la contienda electoral más voraz de los últimos tiempos. Por supuesto, los candidatos no llegaron solos, el actual mandatario llegó con su sequito familiar encabezado por Melania Trump, mientras que en adversario estuvo acompañado de la Dra. Jill Biden. Tal como en la primera ocasión que se vieron las caras en el primer debate, debajo del escenario se vivía un encuentro entre las compañeras de campaña de los candidatos.

Como suele ser en esta familia, los Trump se presentaron al completo para acompañar al actual mandatario, pero en algo pocas veces visto, todas dejaron ver su faceta más sobria para aparecer en esta ocasión. En contraste, la Doctora Biden eligió un look vibrante y colorido, que le inyectara un poco de alegría a un momento que se esperaba, no sería fácil para su familia, en medio de la controversia por la filtración de algunos correos electrónicos de su hijo.

Encabezando el evento se encontraba Melania Trump, quien completamente recuperada del Covid-19 que padeció hace algunas semanas, acompañó a su marido en su posición de Primera Dama. Al igual quen en el primer debate, Melania se volvió a decantar por el negro, pero en vez de un estiloso power suit, en esta ocasión eligió un sencillo vestido de corte midi. La Primera Dama eligió un tuxedo dress en negro con un discreto escote en V con las solapas, que según se reporta, podría ser de Christian Dior. Como es tradición en todos sus looks, enfatizó su figura con un cinturón y no pudieron faltar sus inseparables tacones de Christian Louboutin modelo So Kate que tienen un precio de 545 libras esterlinas (alrededor de $14,860 pesos mexicanos).

Como hacen en todos los momentos importantes, el resto de las mujeres Trump no podían faltar en esta ocasión. A pesar de que en los últimos días se ha visto a Ivanka en trajes muy estilosos para sus eventos de campaña, en esta ocasión simplemente eligió un sencillísimo vestido negro. Siguiendo sus pasos, Tiffany Trump llevó un vestido bicolor en blanco y negro, con unos llamativos tacones de tiras, mientras que Kimberly Guifoyle llevó un wrap dress azul marino, y Lara Trump siguió la tendencia de su cuñada en un sencillo vestido negro.

Curiosamente, lo que más se comentó de sus looks que parecían diseñados para pasar desapercibidas dentro de lo posible, fue que todas llevaron cubrebocas. Después de las críticas que sufrieron en el primer debate, en esta ocasión decidieron seguir los lineamientos. Y es que la Comission on Presidental Debates advirtió que quien se quitara la mascarilla sería removida del recinto. Aunque desde primer momento, Ivanka ha sido vista combinando sus looks con sus cubrebocas, en esta ocasión parece que llegó sin uno, y como sus cuñadas y hermana, tuvo que utilizar uno desechable que seguramente les fue entregado en el evento.

En un total contraste con las Trump, Jill Biden decidió poner el toque colorido al evento. A sabiendas de que le esperaba un momento nada sencillo, plagado de críticas para su esposo e hijo, la Doctora utilizó la moda como armadura. Si en el primer debate llevaba un sencillo vestido verde que había lucido en varias ocasiones, esta vez decidió tirar la casa por la ventana en un diseño floral de Dolce & Gabbana.

Como si hubieran intercambiado papeles, Jill llevó la firma italiana que lucía Melania en el primer debate. Acompañada de su nieta, Jill llevó el diseño de silueta ceñida, escote cuadrado y mangas tres cuartos de 1,150 euros (poco más de $28,000 pesos mexicanos). A juego, llevó un cubrebocas en la misma tela.