En casa, Mía Rubín sí pudo bailar el vals con su papá

Después de una larga espera, Mía, la hija mayor de Andrea Legarreta y Erik Rubín, celebró sus XV años rodeada de amor. "Tu vida es uno de los regalos más hermosos, mágicos, entrañables e invaluables que Dios nos pudo hacer jamás", escribió la conductora en su Instagram al felicitar a su primogénita. "Eres un ser maravilloso que genera luz y nos ilumina a todos", aseguró por su parte el cantante. Si bien el festejo fue de lo más privado dada la contingencia, eso no impidió que la jovencita tuviera una fiesta de ensueño, en la cual no faltó el tradicional vals con su papá.

Andrea compartió en el programa Hoy cómo fue que logró la mágica decoración en su hogar para sorprender a su hija. La conductora reveló que pidió algunos globos y adornos por internet para luego colocarlos ella misma.

Luces, globos y confetti inundaron el comedor de la familia Rubín Legarreta. Justo antes de que llegara la festejada, Andrea dio un breve recorrido para mostrar el resultado del trabajo que con tanto amor hizo.

Todo el esfuerzo valió la pena cuando Mía entró al espacio y se sorprendió ante tantos detalles que le habían preparado. La jovencita, que lucía de lo más linda con un vestido negro de lentejuelas, no podía ocultar su emoción. "Tenemos al chambelán más guapo", aseguró Andrea al señalar a su esposo, que en esos momentos se fundía en un emotivo abrazo con su hija.

Nina, feliz por su hermana mayor, se unió a su familia en un gran abrazo. "Va a haber baile, va a haber cena, va a haber música", les anticipó Andrea.

Acompañada de Nina, Andrea hizo uno de los anuncios más esperados: "Y ahora, el vals de la quinceañera con su papá", dijo la conductora con una gran sonrisa.

Ante la mirada conmovida de Andrea y Nina, y con muchas luces sobre ellos, Mía y su papá comenzaron el vals abrazados cariñosamente, mientras la música sonaba suavemente de fondo.

"Hoy te quiero desear que vivas intensamente. ¡Que disfrutes cada segundo al máximo! Siempre serás mi pequeña... ", había escrito más temprano el orgulloso papá de la festejada.

Finalmente llegó la hora de disfrutar del pastel y para suerte de Mía, hubo dos en su fiesta de XV años. Ese momento también fue otro de los que regaló una de las postales más entrañables de velada.

Luego de entonar a coro Las Mañanitas y tras la tradicional porra en honor a la festejada, Mía procedió a morder el pastel. Sin duda, pese a las condiciones adversas que se viven en todos lados, el amor y la unidad de esta familia han sido más grandes y han logrado un día inolvidable.