De sus años como esposos, Zuria Vega y Alberto Guerra no solo tienen una historia de amor colmada por gratos momentos. Tomados de la mano, también han hecho frente a las dificultades para poder salir adelante, como ocurrió años atrás cuando el actor atravesó por una etapa de adicción. Luego de que él conversara sobre este tema en el podcast de Marimar Vega, El Rincón de los Errores, ahora es Zuria quien compartió su versión de ese episodio ante los micrófonos de su hermana, recordando que fue gracias al amor y al trabajo en equipo que logró asumir esta circunstancia con total madurez, apoyando de manera incondicional a su marido, pero también guiada por un proceso terapéutico que le permitió tomar las riendas de la situación.

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Con el corazón en la mano, Zuria relató cómo concebía su realidad en ese instante, en el que Alberto atravesaba por un periodo difícil. “Hubo un antes y un después, cuando Alberto se recuperó con el tema de la adicción. A mí el mundo se me vino como nunca en mi vida, se deshizo. Todo como yo lo creía no era, nada era como yo creía. Esto lo decimos mucho, lo leemos mucho en los libros: ‘Vive el presente’. Cómo decimos: ‘Hay que vivir el presente’ y yo siempre estaba como un paso adelante…”, confesó la actriz durante su intervención en el recién estrenado espacio de Marimar Vega, quien comparte espacio con el conferencista Efrén Martínez.

Zuria recordó que en medio de lo complejo que resultaba todo en su vida familiar, y con su hija de tan solo unos meses de nacida, hizo una labor de introspección que le permitió tomar el control de lo que le ocurría, algo que con el tiempo fue favorable para ella. “Cuando pasa lo de Alberto y el famoso ‘sólo por hoy’, más allá de la rehabilitación y la recuperación que cada persona elija, para mí se volvió una oportunidad de soltar el control, yo en ese momento no lo entendía, en ese momento fue un año muy oscuro, de no encontrar. Lúa tenía ocho meses, ver a la persona que amas que se hace daño, es como: ‘¿En dónde lo coloco?’. Cuando dejé de verlo a él, (dije) él es responsable de su adicción. Y volteé a ver cómo eso lo podría yo integrar en mí, se volvió una oportunidad para sí vivir el presente…”, contó.

La intérprete de cine, teatro y televisión habló de la dinámica terapéutica que le fue indicada por su especialista, lo que finalmente le permitió soltar y sentirse más segura de la posición que ocupaba con respecto a la problemática de su marido. “Entonces yo traía una pulsera roja que hoy no la traigo porque estoy filmando, me la quitan, pero es una pulserita que cada vez que yo la veía, -mi terapeuta me ayudó-, cuando yo empezaba a pensar: ‘Va a recaer’, volteaba a ver a la pulsera y me traía al presente. Los primeros días yo creo que la veía quinientas veces al día, no estoy exagerando, y de pronto te das cuenta un día que no la ves más… Eso fue un regalo para mí, eso fue un regalo que es un proceso, me hizo a mí…”.

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El mayor impulso de Zuria

Ante el panorama familiar tan complicado debido a las dificultades por las que atravesó Alberto Guerra, Zuria Vega tuvo muy presente que debía hacer lo adecuado para salir avante de esa circunstancia, por lo que hubo un entendimiento claro de lo sucedido, teniendo muy presente que el amor y el cariño eran los principales alicientes en ese instante. “Creo que viene desde el amor, primero que le tengo a él, a mi hija, obviamente en ese momento. Y dos, desde el entendimiento de que es una enfermedad. Cuando tú entiendes que es una enfermedad, que es un proceso muy largo, te lo dejas de tomar personal, entonces me imagino que toda esa manipulación, de las mentiras de todo esto de lo que habló, que tú lo sientes como una traición personal y profunda, con el tiempo entiendes que es parte de una enfermedad y que tiene muchos estigmas…”, explicó.