Conmovida hasta las lágrimas, Galilea Montijo recuerda la partida de su abuela

La conductora abrió su corazón sobre ese doloroso episodio de su pasado

Por Javier Garibay

Detrás de su exitosa carrera Galilea Montijo tiene una historia de vida que pocas veces comparte con su público. Pero es gracias a su trabajo como conductora de Netas Divinas que la tapatía encontró el foro ideal para abrir su corazón de manera única. Precisamente, ella se mostró conmovida en una de las recientes emisiones del programa, en donde con toda sinceridad relató uno de instantes más difíciles a los que se ha enfrentado al ser testigo de la lamentable partida de su abuela, con quien mantenía un estrecho lazo de confianza y cariño. Conmovida hasta las lágrimas, la también presentadora del programa Hoy recordó el último abrazo que le dio a la matriarca, evocando con toda claridad la sensación de aquella despedida, una de las más dolorosas hasta el momento, según contó.

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En confidencia, Galilea habló de los últimos instantes en la vida de su abuela y de cómo fue la despedida que le dio, misma que la conmocionó hasta las entrañas.  “Cuando muere mi abuela, me acuerdo perfecto, la teníamos de la mano. Nos salimos del cuarto donde estaba porque entraron a darle para revivirla y cuando ya sale el doctor (dice): ‘Los dejamos para que se despidan’. Me acuerdo perfecto que ella estaba acostada, no habían pasado ni 15 ni 20 minutos cuando entraron los doctores y entonces cuando ya sabíamos que había muerto me acuerdo perfecto que la abrazo y en ese momento que la abrazo dije: ‘No es mi abuelita’…”, recordó.

Galilea hizo énfasis en el episodio de su despedida explicando que al brindarle un abrazo a su abuela, una sensación nunca experimentada la hizo cobrar consciencia de lo que implica la trascendencia de un ser. “Sentí que ya lo que estaba abrazando pues sí, era el cuerpo, incluso todavía se sentía unas partes de ella con temperatura pero yo sentía que no era mi abuela a la que estaba abrazando. No lo entendía en ese momento con mi dolor, pero ahora que lo veo así, sí, efectivamente, se van. Nada más estaba ahí como el traje. Pero ella ya no era la que estaba ahí…”, dijo la presentadora.

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En otro instante, también habló de la ola de sentimientos que la invadió al ser testigo del proceso que vivió su abuela, pues conforme pasaban los días la salud de su familiar se veía cada más afectada. “Yo sufrí, fueron como 15 o 20 días literal de agonía de mi abuela, escucharla con esos gritos, me enojé con Dios esas últimas semanas y yo decía: ‘¿Por qué?’. No le aguantaban ni las venas para el suero, ya le pasan suero por las venas de los pies, ya era una cosa que decía: ‘Por favor ya llévatela (Dios). No seas así con ella’…”, confesó. Gali además admitió que soltar a su abuela fue uno de los miedos más fuertes a los que se ha enfrentado, por lo que en su despedida a la matriarca se armó de valor y fortaleza para que todo fluyera. “Me amarré el alma, mi miedo y le dije: ‘Suéltate’. Y al otro día, a las 3 de la tarde, se fue. Fue enfrentarme a mi miedo más grande, soltar al amor de mi vida, uno de los amores de mi vida, mi abuela…”.

Unida para siempre a su abuela

Más allá de la partida de su abuela, Galilea mantiene un amor infinito por ella. De hecho, asegura que la siente cercana a su persona, incluso manifestándose a través de un colibrí, ave que por cierto lleva tatuada en uno de sus pies por esa razón. “Ella perdió totalmente la vista, me decía: ‘Mira el colibrí’. Entonces sí, había un colibrí y después ese colibrí me puso un nido, y cuando mi abuela muere, cuando los doctores están con ella tratando de regresarla bajó un colibrí… y es donde yo dije: ‘Ya se fue mi abuela’. Me la tatúo, aquí (en el pie) traigo el colibrí…”, reveló.

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