No se puede hablar de América Guinart sin reconocer el gran trabajo que ha hecho como madre, el cual ahora le rinde frutos, pues tienen tres hijos felices y realizados. Y es que para esta guapa tapatía, la familia ha sido el mayor pilar de su vida, por lo que siempre puso toda su dedicación en ella. Ese gran amor a los suyos fue sin duda una de las razones por las que decidió mantener una relación cordial y respetuosa con Alejandro Fernández, luego de su separación. Han pasado casi 24 años desde que ambos decidieron tomar caminos separados, y aunque cada uno ha retomado su vida con nuevas personas, América está convencida de que su historia de amor con el cantante es algo inborrable y que siempre atesorará por la simple razón de que de ella nacieron sus amados Alex, Camila y América. En una entrevista reciente, se ha sincerado sobre su vida y su maternidad, y ha confesado que nunca anularía su matrimonio religioso con El Potrillo.
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Fiel a sus convicciones y cercana siempre a su fe, América habló con el medio católico Aleteia y se sinceró sobre lo que vivió en el pasado con Alejandro, revelado cómo sucedieron las cosas antes de que decidieran separarse. Cuestionada directamente sobre si el intérprete fue el amor de su vida, la tapatía admitió que en su momento los unió un sentimiento muy poderoso. "Claro, lo amaba. Empezamos a ser novios desde los 14 años, nos casamos cuando yo tenía 21 y él 22 y creí que sería para toda la vida", recordó. Sin embargo, llegó un punto en su relación que tuvo dudas sobre si realmente estaban en el camino correcto, por lo que buscó consejo. "Cuando nos separamos fui a hablar con el padre Ángel Espinosa de los Monteros y le dije: '¿Qué hago? Porque mi vida no está bien'", contó.
América narró cuál fue la respuesta que encontró y la resolución a la que ella y El Potrillo llegaron finalmente. "El padre me dijo: 'Bueno, el matrimonio es para toda la vida, pero con una vida digna, no llena de sufrimiento. Dios no quiere eso para ti'. Me costó mucho trabajo. El padre también habló con Alejandro y al final de cuentas nos separamos", contó. Sin embargo, ella aseguró que pese a este desenlace nunca ha considerado borrar el vínculo espiritual que en su momento la unió al cantante. "Pero eso sí, mi matrimonio por la Iglesia no lo anularía nunca. Fue un acuerdo de ambos, porque estamos conscientes de que lo hicimos por amor, y el fruto de ese amor son nuestros tres hijos maravillosos", explicó.
Si bien su relación con Alejandro no tuvo el desenlace que ambos hubieran querido cuando decidieron casarse, eso no ha cambiado la percepción de América sobre la importancia del matrimonio. De hecho, contó que tiempo atrás Camila y América tenían dudas sobre esta unión, y por lo que decidió compartir con ellas sus argumentos al respecto. "Mis hijas en una etapa dijeron 'no me quiero casar', y les dije que el matrimonio es una institución valiosa que da estabilidad emocional. Les dije: 'Cásense y tengan hijos dentro de un seno familiar y verán que van a estar muy contentos'. Y un día las niñas me dijeron que sí, que sí se querían casar", contó. En agosto de 2020, su hija Camila se casó con Franciso Barba, y en marzo del año pasado le dieron la bienvenida a su primera hija, convirtiendo a América en abuela. En tanto, su primogénito Alex se casó en mayo de 2021 con Alexia Hernández, y están a la espera de celebrar su boda religiosa; ambos se convirtieron en padres hace unos meses.
La maternidad, su más grande sueño
Durante esta charla, América contó algunos aspectos de su vida no tan conocidos, como su faceta de arquitecta, la cual ha podido poner en práctica por medio de diversos proyectos, así como la de empresaria, la cual le ha traido también grandes satisfacciones. Sin embargo, ella está convencida de que su familia siempre estará por encima de todas estas cosas. "Uno de mis sueños siempre fue formar una familia unida y estar con mis hijos. Me apasionan cosas muy simples: compartir con mi familia, estar con mis papás, con mis hermanas; me gusta mucho viajar y, si los viajes son en familia, me gustan aún más", comentó. La tapatía confesó además que para ella criar a sus hijos fue su misión más importante, por lo que se dedicó a ellos en cuerpo y alma. "Siempre cuidé personalmente a mis hijos. Con Alex, el primero, no necesité enfermera para sus cuidados, pero sí con las gemelas porque fueron prematuras, pero siempre estaba ahí", recordó. "Yo decía: 'Pues a dónde voy que más valga, ¡qué mejor que dedicarme a mis hijos!'. En un tiempo, cuando me separé, puse un gimnasio y me fue muy bien, pero también vi que, por más que trataba de organizarme, las cosas del negocio me absorbían y perdía tiempo con mis hijos", explicó, detallando cómo ser mamá le cambió la perspectiva sobre sus prioridades.