Con una sonrisa que no se le vio en los últimos cuatro años, de negro solemne y fiel a su estilo, Melania Trump se despidió de la Casa Blanca. A diferencia de hace cuatro años cuando se le veía llegar en powder blue, este miércoles, la ya exprimera dama quiso marcar su partida de forma diferente. Ha de recordarse que desde hace días, Donald Trump anunciaba que no estaría en la investidura de Joe Biden, un gesto ampliamente criticado, la ser la primera ocasión en décadas en la que pasa algo como esto. Siguiendo los pasos de su marido, Melania decidió no reunirse con Jill Biden en el tradicional tour por la Casa Blanca, ni asistir a la investidura, por lo que esta mañana, los dos salieron por última vez de la residencia presidencial con rumbo la Base Andrews de la Fuerza Aérea estadounidense, en el Air Force One -su último desaire a Biden, que tuvo que llegar a Washington en un vuelo no oficial-.
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Tal como hizo hace cuatro años, Melania volvió a tomar inspiración en el guardarropa de Jacky Kennedy, esta vez en vestido que hacía las de falda lápiz de Dolce & Gabbana y un saco de mangas tres cuartos y botonadura lateral en dorado -según se reporta, de Chanel-, contrastando con el resto de su guardarropa. Como si guardara un luto total, para no mostrar sus brazos, acompañó el blazer con larguísimos guantes negros en terciopelo. Como ha sido tradición desde su llegada a la Casa Blanca, en este coordinado no podían faltar sus tacones Christian Louboutin, esta vez con terminado en piel de cocodrilo de 795 dólares (alrededor de $15,554 pesos mexicanos), manteniendo el color de su outfit.
A pesar de que Melania llevaba una sonrisa inamovible, en todo momento, incluso durante el último discurso de su marido -en el que advirtió que regresará- la exprimera dama mantuvo firmes un par de lentes oscuros, que estaban perfectamente enmarcados con unos mechones saliendo de su elegante messy bun.
Pero si todos estos detalles eran de esperarse, después de cuatro años en los que Melania apostó siempre por este estilo, la verdadera cereza de su look fue la espectacular bolsa Birkin de Hermès que lució. Al ser la versión en cocodrilo, se sospecha que es el modelo que se puede conseguir por nada más y nada menos que 70,000 dólares (aproximadamente $1,369,554 pesos mexicanos). Curiosamente y ampliamente comentado, Melania decidió no llevar ninguna firma estadounidense en este look, algo que aunque en la diplomacia de la moda es muy significativo, ella no tuvo muy en cuenta durante estos años.
En su sencilla despedida del puesto, Melania ha dicho: “Ser su primera dama ha sido mi más grande honor. Gracias por su amor y apoyo. Estarán en mis pensamientos y oraciones”. Si las palabras de la exmodelo han sido esperadas, las de su marido son las que han dado de qué hablar. “Estaremos de vuelta de alguna manera”, fue la advertencia que dijo el exmandatario que está por enfrentarse a su segundo juicio de impeachment.
Qué look eligió para tomar su papel de primera dama
Melania Trump, emulando a Jackie Kennedy y elegancia contemporánea para la noche
Hace precisamente cuatro años, Melania Trump llegaba a la Casa Blanca para ser recibida por Michelle Obama y su esposo Barack. Con un regalo de Tiffany en las manos para la pareja y cierta timidez, Melania quiso tomar casi a detalle uno de los diseños que le habíamos visto décadas antes a Jacky Kennedy. Esta imagen marcaría su paso por la residencia presidencial, buscando siempre mantener un cierto aire de la década de los 60s, eso sí, enmarcado por su estilo personal con sus infaltables Louboutin y algún cinturón que contrastara con su look.