En lo profesional, Lidia Ávila ha logrado construir una carrera exitosa, mientas que en lo personal, está felizmente casada desde hace varios años y tiene dos hijos que son su completa adoración. Sin embargo, su vida no ha sido siempre color de rosa, pues en su memoria habitan los dolorosos momentos por los que atravesó hace tiempo con el sensible fallecimiento de Sofía, su hija mayor. La cantante, quien ha confesado lo duro que fue este episodio, abrió su corazón por completo para hablar de los detalles que rodearon aquel difícil episodio, el cual ha señalado la cambió por completo.
MÁS NOTICIAS COMO ÉSTA:
- Lidia Ávila y el mensaje más emotivo para su angelito en el cielo
- Lidia Ávila anuncia que está esperando una niña
En una sincera entrevista con Yordi Rosado para su canal de YouTube, Lidia habló de Sofía, su primer bebé, y recordó que su embarazo se dio en un momento en el que ella estaba plena en todo sentido y convertirse en mamá era un sueño que buscaba materializar. “Todo iba muy bien hasta un mes antes de que Sofía naciera. Voy a una consulta del ginecólogo y me dice: 'Oye, qué crees, de la consulta pasada a esta, la bebé tiene un quistecito en la panza’”, recordó la cantante, quien luego contó que, tras hacerle unos estudios, sus médicos le informaron que debían adelantar el nacimiento para poder operar a la bebé.
El nacimiento se dio finalmente en marzo de 2009, momento en el que estuvo acompañada de su entonces esposo Paulo Lauría y toda su familia, quienes esperaban ansiosos por estar con la pequeña. Sin embargo, pronto los médicos le dieron una noticia que no esperaba. “Me dicen: 'La cirugía salió bastante bien, pero el resultado no es lo que esperábamos… El quiste era todo el intestino hecho bola, junto con la válvula ileocecal, el apéndice, todo se hizo una cosa horrible, pues le quitamos todo y tu hija quedó con síndrome de intestino corto...'”, narró. Lidia, quien confesó que en aquel entonces no sabía exactamente qué significaba eso, hizo una pausa para explicar. “Pues evidentemente me volví experta en el tema, no sé si todo el mundo lo sepa, nacemos con 1 metro 20 de intestino delgado… Ella tenía 20 centímetros”, relató.
“Cuando me explican todo eso, lo primero que digo: 'Pues un trasplante de intestino… Si hay trasplante de corazón, de riñón...'”, continuó, sin embargo los médicos le dijeron que esa no era una alternativa dada las condiciones del caso. “’Y luego, ¿qué hacemos, ¿qué sigue?’, y empiezan los doctores, esta frase nunca me la he podido olvidar, y me dicen: 'Vamos a pedirles que no la abandonen... Es que hemos visto casos que cuando los pacientes no tienen solución se desentienden…’”. Fueron esas palabras las que hicieron que la cantante cayera en la cuenta de la gravedad de la situación y al recordarlas, no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas. “Ahí fue cuando me cayó el veinte y dije: ‘Cómo, ¿mi hija se va a morir?’ y dicen: ‘sí’. ‘¿Cuándo?’ Me dicen: ‘No sé, puede ser una semana, seis meses, un año…’”. Los especialistas le explicaron que la pequeña no podía comer ni absorber nada y aunque optarían por alimentarla vía intravenosa, le advirtieron que eso a la larga afectaría su hígado.
Sofía permaneció sus primeros tres meces en el hospital y luego pudo ir a casa con sus padres, sin embargo, los estrictos cuidados continuaron y Lidia tuvo que volverse en experta, aunque tenía de su lado una enfermera. No obstante, la pequeña regresó al hospital nuevamente. "Un día a la niña le dio un paro cardiorrespiratorio en mi casa y en ese momento la llevamos al hospital. Mientras hacíamos todo el numerito, yo le estaba dando reanimación en el coche. Llegamos al hospital y nos la reciben en urgencias y ahí sí el doctor salió y me dijo: 'Mira Lidia es la peor vez que la he visto y pues la vamos a pasar a terapia intensiva’”, recordó.
La despedida más difícil
A partir de este momento la situación se tornó aún más difícil. “Los últimos días que llegaba mi familia, llegaba mi mamá, llegaba todo mundo, ‘vamos a la capilla, vamos a rezar’, y yo les decía: ‘Si van a rezar pídanle que ya se vaya, porque no es vida para ella ni para nadie, o sea, si van a pedir algo pídanle a Diosito que ya se la lleve porque yo no quiero ver a mi hija así’”, recordó. La cantante recordó que le día que vio a Sofía tan mal le pidió a sus seres queridos que se despidieran de la pequeña. “Entramos los dos al final… (ella y el papá de la bebé) se despidió, yo también, nos pusimos a rezar… y ahí la máquina dejó de sonar, como si estuviera esperando que todos se despidieran de ella. Pedí que le quitaran todo, porque yo no la había cargado sin nada, sin ningún cable, catéter sin ningún tubo, sin nada...”, contó al hablar de los últimos instantes junto a su hija. Con un nudo en la garganta, la cantante pudo compartir aquellos dolorosos momentos, y admitió lo mucho que esta dura experiencia influyó en ella: “La vida me cambió totalmente, soy una persona antes de eso y otra persona después”.