El reciente fallecimiento de la señora Flor Silvestre ha dejado un gran vacío entre sus seres queridos, quienes le han brindado la despedida más emotiva en su amado rancho de Zacatecas, mejor conocido como el Soyate. La intérprete, que partió el pasado 25 de noviembre a la edad de 90 años por causas naturales, también dejó un legado de unión familiar entre los suyos, algo de lo que su hijo, Pepe Aguilar, ha hablado con orgullo, sobre todo ahora que en tan solo unas semanas se celebrará la Navidad. A corazón abierto, el cantante ha evocado los recuerdos más entrañables de cómo su madre solía festejar estas fechas, algo que en esta ocasión será muy diferente, pues a la par del deceso de la matriarca, y debido a la pandemia, la tradicional y gran reunión de los Aguilar no podrá ser posible.
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Tan sincero como suele ser, Pepe reveló otro de los talentos que por siempre distinguió a doña Flor Silvestre, quien gracias a su gusto por la cocina consentía a su familia con platillos que ella preparaba con mucho esmero, para hacer de cada festejo navideño el más especial. “Mi mamá siempre, históricamente, hizo el bacalao, pierna de jamón, tamales… pero nunca podía faltar su famosísimo bacalao a la vizcaína, de verdad, no saben qué cosa tan buena, no es porque sea mi mamá…” comentó el intérprete durante una entrevista que sostuvo con el diario mexicano El Universal, dejando ver lo mucho que la fallecida estrella disfrutó compartir con sus más cercanos, quienes ahora la recordarán con cariño.
Sin embargo, estos festejos serán distintos para Pepe y su familia, pues a la par del deceso de su madre, la pandemia los ha orillado a celebrar de forma más íntima. “Soy sincero, todavía no sabemos. Tenemos planeado mi esposa y yo hacer algo en casa de mi madre, pero algo yo digo temprano porque está muy frío, entonces haremos una Navidad un poco más tempranera…”, aseguró el músico, haciendo énfasis en las medidas que además los suyos han tomado a raíz de la pandemia. “Muchos de mis primos estarán con sus familias, y yo digo que harán lo mismo, se quedarán en sus casas y no será como en otras ocasiones que nos juntamos 150 hasta 200 personas… somos muchos, pero pues el Covid ahora sí que no está en nuestras manos, lo que sí está es protegernos de él…”, dijo para el diario antes citado.
El recuerdo de doña Flor Silvestre
La despedida a doña Guillermina Jiménez Chabolla, verdadero nombre del Flor Silvestre, fue sin duda conmovedora, pues cumpliendo con el deseo de la reconocida actriz de la época de oro del cine mexicano, fue llevada a la capilla situada en La Lomita, un área del rancho en donde descansan los restos del también llamado Charro de México. Además de la misa de cuerpo presente a la que acudieron sus hijos y sus nietos, hubo música de banda y mariachi, este último uno de los géneros preferidos de la artista. Por supuesto, Pepe tomó la palabra para dirigir un mensaje a los asistentes. “No hay ni comienzo ni final sencillo, así está diseñada la vida, y por supuesto que la gente que quisimos a la señora Flor tenemos partido el corazón… Yo me quiero quedar con mi madre chistosa, con mi madre coqueta, con mi madre divertida, con mi madre bromista, traviesa, con mi madre que nos daba todo, todo el tiempo… guapa, hermosa… ¡a los 90 años verse así!”, dijo.
Por su lado, su nieta Ángela Aguilar, quien ha encontrado en su abuela una de sus mayores inspiraciones, decidió dedicarle un pensamiento a través de las redes sociales, elevando el gran cariño que le tiene. “Era ella, mi bella Flor que me inspiraba a ser cada día mejor. Siempre bella, hasta cuando dijo adiós. Una mujer digna del cielo, por eso Dios se la llevó. Te amo tanto que no te supe decir cuánto. Gracias por tanto, gracias por todo, gracias siempre”, escribió.