Malia Obama se convirtió en la representación de todos los que escuchaban el discurso de despedida de su papá, el Presidente Obama, al reaccionar como muchos de los testigos de este mensaje lo hicieron. Y es que la chica que suele mostrarse siempre sonriente y relajada, la anoche del Farewell Speech no pudo contener las lágrimas y se mostró muy conmovida ante las palabras de su padre. Pero, ¿qué fue lo que desató el tierno llanto de Malia?
Desde un inicio se supo que éste sería un momento muy emotivo para la familia que se despide de la Casa Blanca después de ocho años. Pero nada pudo haber preparado para luchar contra las emociones al escuchar las palabras de un Obama que demostró una vez más porqué es considerado uno de los mejores oradores del mundo. Por supuesto, como lo ha hecho desde el primer día que comenzó su campaña, su esposa Michelle y sus hijas, Sasha y Malia, fueron protagonistas.
En la primera fila, sentada junto a su mamá, se podía ver a una Malia de 18 años, enormemente orgullosa de su papá. Aunque se mantuvo atenta en todo momento, tuvo claro que escucharlo dirigirse a ella y a su hermana sería algo muy complicado. A sabiendas de esto, Michelle envolvió a su hija en sus brazos y se preparó para lo que venía.
“Malia y Sasha, bajo circunstancias muy particulares se han convertido en dos mujeres increíbles. Son inteligentes y son hermosas. Pero más importante, son amables, son conscientes y están llenas de pasión. Llevaron la carga de estar en el ojo público por tantos años tan fácilmente. De todo lo que he hecho en mi vida, de lo que más orgulloso estoy es de haber sido su papá”, fueron las palabras que arrancaron las discretas lágrimas de Malia.
Aunque intentaba ocultarlas detrás de una sencilla sonrisa, trataba de desviar la mirada de su papá, para no sucumbir ante sus emociones. Pero mientras una cariñosa Michelle trataba de darle fuerzas a su niña con un abrazo, Malia se dejó llevar y derramó algunas lágrimas antes de voltear con una gran sonrisa a ver a su papá.
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Si éste era uno de los momentos emotivos, no se trataría del único, pues el momento de escuchar al Presidente hablar sobre su esposa llegaría. Ante la ovación del público al escuchar el nombre de Michelle, ni el Presidente Obama quedó inmune de unas cuantas lágrimas. Orgullosa de su mamá, Malia volvió limpiarse los ojos, para aplaudir junto a la audiencia los logros de sus papás en los últimos ocho años.
El que en definitiva fue uno de los momentos más emotivos que ha regalado la familia Obama, terminó con un fuerte abrazo entre el Presidente, Malia y Michelle, ya que Sasha no pudo hacer el viaje a Chicago.
