North West encontró en su prima Penelope a su mejor amiga

Por Alejandra Arcos

North West nació el 15 de junio de 2013 y Penelope Disick el 8 de julio de 2012, pero su conexión es tal, que parece que son de la misma edad. Estas pequeñitas son hijas de Kim y Kourtney Kardashian, las dos hermanas famosas que se han encargado de que las niñas tengan una relación estrecha y se consideren ‘hermanas’. Ayer, Kim demostró que las pequeñas están tan unidas que incluso viajando en su camioneta, no se sueltan de las manos.

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Desde que las niñas nacieron se reconocieron como pequeñas cómplices. Era común verlas compartir las aventuras de sus primeros pasos y aunque a veces se peleaban, como cualquier niño de su edad, pronto venía la reconciliación. Hace pocos meses, North y Penelope también se aventuraron a formarse como bailarinas gracias a sus clases de ballet.

En esa ocasión lucieron adorables, Nori, como la llama de cariño su familia, llevó un tutú blanco; mientras que Penelope uno negro. Estas pequeñas ya tienen acostumbrados a los seguidores de las redes sociales de sus respectivas mamás a que siempre lucen estilosas, pero verlas con su vestuario de ballet derritió a los fans del clan Kardashian.

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En otra ocasión, North se cayó jugando y se hizo una pequeña raspadita que no fue de mayor importancia. Sin embargo, su prima Penelope la cuidó y, con ayuda de su mamá le puso una pequeña bandita para que la herida sanara más rápido. Todo esto quedó registrado en la cuenta de Instagram de la esposa de Kanye West, quien después compartió otra imagen donde North le agradece con un abrazo y una sonrisa a su prima.

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Estas dos pequeñas divas también visitaron Disney. Juntas recorrieron los mágicos pasillos del parque de diversiones y les hizo mucha ilusión conocer a sus princesas favoritas, pero esta no ha sido la única ocasión en la que las niñas conocen a un personaje ‘mágico’. Semanas más tarde, las pequeñas tuvieron un encuentro, durante el verano, con una ‘sirena real’, con quien pasaron un rato ameno. En esa ocasión, las niñas tuvieron la oportunidad de convertirse, por un rato, en unas tiernas sirenas con colas de colores radiantes.