Así se hace
¿No sabes cómo llevar a cabo esta dieta? Es muy sencillo. Solo tienes que tener en cuenta estos consejos:
Reduce:
La propuesta base es el mínimo de azúcar y grasas trans y el máximo de frutas, mejor enteras que en zumo, y verduras, crudas o cocinadas. Como no se trata de sufrir sino de animarse, vamos a elegir las que nos gusten, todas valen.
Cocina sana:
Además las puedes cocinar como más te apetezca (evitando los fritos y controlando las grasas). La mejor elección es ensalada al medio día y cocida, al vapor o a la plancha por la noche. Pero también lo podemos hacer al revés, si necesitamos tener sensación de más saciedad al medio día, y parece que cocinada nos llena más, mientras que prefieres hacer una cena más ligera y eso te lo transmite la ensalada. Tú decides, se trata de comer sano y al gusto, no de hacer penitencia, busca siempre la manera que mejor te venga y más disfrutes.
Ojo con la sal
Reduce la sal todo lo que puedas, mejor cocinar con especias. La sal, además de subir la tensión, provoca retención de líquidos, nos hincha, y ello conlleva malestar general.
Picoteo inteligente
Si notamos que a media tarde el estado de ánimo se resiente, podemos tomar una onza de chocolate negro o un vaso de leche de avena con cacao puro. Es una buena opción para esa hora en la que cae un poco la serotonina y el estado de ánimo se resiente. También podemos tomarlo antes de acostarnos como ‘premio’ al largo día o a media mañana si algún contratiempo nos produce ansiedad. Eso sí, solo una onza al día, o vaso de leche con cacao.
Si preferimos salado, un puñado de aceitunas y/o pepinillos o un mini bocata de pan integral con algo de poca grasa. Los encurtidos son una opción ideal para el aperitivo. También los moluscos (berberechos, mejillones, almejas) al natural. Empieza la temporada de terraceo y no hay por qué reprimirse, para beber agua con gas y limón.
- La dieta saludable que te ayuda a tener un vientre más plano