Focos, flashes, estar constantemente en el punto de mira. La fama tiene consecuencias positivas, pero también tiene una 'cara B'. No siempre es fácil asumir el hecho de estar siempre expuesto, de vivir bajo esa presión, de la influencia de las redes sociales... Tanto es así, que el éxito puede llegar a tener unas consecuencias concretas sobre la salud mental. No son pocos los rostros conocidos que no han dudado en visibilizar cuáles son estos problemas, como ha sido el caso de la modelo Bella Hadid. Hemos querido contar con la opinión de Rebeca Cáceres Alfonso, doctora en Psicología y Psicoterapeuta, fundadora y directora de Tribeca Psicólogos (@tribeca_psicologos), y experta en esta materia. Y comienza apuntando que no todo es malo, y que las consecuencias pueden ser positivas o negativas, dependiendo de cómo se gestione el éxito.
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¿Hay consecuencias positivas?
“Hay personas que guardan un equilibrio entre éxito y salud mental porque el éxito es el reconocimiento de su valía y esto hace que confíen más ellos, que sientan que lo están haciendo bien, que ese es el camino. El éxito se vuelve para estas personas una fuente de motivación, es un estímulo para seguir creciendo en todos los sentidos. Y estas personas suelen compaginar este estímulo con una vida equilibrada en la que entra, sin duda, ser persona como todas. Es decir, las familias, la pareja si la hay, el tiempo de ocio, los amigos de toda la vida, cuidarse con la comida, con el deporte, etc.”, nos cuenta.
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Consecuencias negativas
Mientras, por otro lado, afirma que están las personas que gestionan su éxito desde el ego y el éxito se vuelve una droga para ellos. “Eso significa que se pierden. El éxito se vuelve dañino porque van detrás de él, porque generan una dependencia de él. Creen que no existen si no tienen éxito. Por eso, pueden terminar una gira o acabar de rodar una película y tener problemas de salud mental como la depresión o presentar conductas adictivas. Esto es muy frecuente porque saben manejarse muy bien con la adrenalina que le da esa actividad, sin embargo, no saben manejarse con la vida diaria en la que no son personajes, sino personas”, nos detalla Rebeca Cáceres.
Y puntualiza algo que debemos tener en cuenta: esto es algo que se vuelve aún peor cuando en algún momento no tienen el éxito esperado o cuando directamente pasan de tener éxito a no tenerlo. “En estos casos, estas personas pueden llegar a sentir que su vida no tiene sentido, pues ya no les invitan a eventos, no se les reconoce por su labor y sienten que su vida se vuelve monótona, aburrida, que no les gusta, que no son… Como si el ser te lo diera el éxito. Se sienten vacías”, nos detalla la psicóloga.
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Una sociedad orientada al éxito
Rebeca Cáceres matiza que es preciso decir que hay muchos tipos de éxito y de personas y hay que tener todas las situaciones en cuenta para poder discriminar qué está pasando. “Lo que sí está claro es que es un tema que los psicólogos hemos de estudiar en profundidad porque cada vez hay más personas que se orientan al éxito y lo consiguen en una sociedad como la nuestra. También sabemos que en muchos casos el éxito es pasajero y esto también hay que saber abordarlo”, nos cuenta.
Explica, además, un caso concreto: hay casos de personas que llegan al éxito a través de establecer relaciones de pareja con personas que ya lo tienen pero que si esta persona se va y ellos no han trabajado en quiénes son y en su propia vida, quizás le pueda pasar factura. “Como sociedad, necesitamos trabajar más, sin duda, en el éxito y en la salud mental”, nos detalla.
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Terapia y personas con éxito
No hay, por lo tanto, debate al respecto y es un hecho que las personas con éxito también pueden necesitar terapia. Aunque desde fuera pueda parecernos que su vida es perfecta. Y, obviamente, lo primero de todo es porque son personas a las que le pasan cosas igual que a las demás. Pero, tal y como detalla la psicóloga, si consideramos las especificidades de estas personas con éxito, quizás lo más destacable es que necesitan acudir a terapia para que les ayuden a manejar una realidad que es bien diferente a la que manejamos todos. “Son personas que, en muchos casos, viven demasiado expuestas. Expuestas a prensa, a los fans, a la sociedad en general. Se mira con lupa qué dicen o qué hacen. Sabemos que a muchas personas les sigue la prensa lo que dificulta la expresión en libertad de su vida privada y eso genera un impacto”, comenta al respecto de este foco mediático.
Pero es que, además, puntualiza que está su propia personalidad y manera de ser y esto es, en su opinión, muy interesante psicológicamente. ¿Por qué motivo? “Normalmente las personas que llegan al éxito por su trabajo es porque tienen unas características determinadas: son perseverantes, constantes, comprometidas, creen en ellas mismas, tienen talento… Y además de todo, se atreven a ser. Esta es la realidad interna y eso, a veces hay que manejarlo porque cada una de esas características y muchas otras pueden llevarse al exceso y eso, como todo lo que no guarda el equilibrio, puede traer problemas de salud mental. Problemas tales como depresión, obsesión, trastornos de la alimentación…”, nos explica.
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Conocer a la persona
Dentro de las personas que son también hay que tener en cuenta otros aspectos: factores actuales de su vida como las relaciones y los hábitos de vida. También factores previos como si hay trauma o no o memorias patógenas. Y es que, para la psicóloga, conocer a la persona y al personaje se hace fundamental. Conocer quiénes son es una parte fundamental para poder trabajar con ellos y que ellos sigan orientados al éxito con salud mental. Probablemente, el mayor éxito es que puedan conocerse y sabes gestionarse.
“Y por otro lado, no cabe duda que hay que conocer qué están viviendo y cómo lo están viviendo para poder ayudarles y para que sigan enfocados en ser quienes son y además sigan con éxito de manera saludable”, concluye.
