En la vida, nos enfrentamos a diversas situaciones que requieren nuestra adaptación. A pesar de tener confianza en nosotros mismos, no podemos actuar de la misma manera en todos los contextos, como en una cena con compañeros de trabajo o en una reunión con amistades cercanas. La adecuación a los modales y la forma de expresión son importantes para establecer una buena comunicación con nuestros interlocutores. Esto puede implicar reprimir nuestra opinión en caso de ser necesario, o modificarla para evitar herir a alguien o para ajustarnos al entorno. No obstante, existen personas que cambian constantemente sus argumentos, personalizándolos según sus intereses y, en ocasiones, llegando a mentir. A estos individuos se les conoce como hipócritas y comparten características con las personas falsas. Siendo honestos, todos hemos utilizado la hipocresía en algún momento. El problema surge cuando esta conducta se convierte en un hábito.
¿Quieres averiguar si tú eres una persona hipócrita? Antes de hacer el test de personalidad, que encontrarás al final de este texto, lee qué es la hipocresía para poder responder a las preguntas con más sinceridad.
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¿Qué es la hipocresía?
"La hipocresía se caracteriza por actuar de manera contraria a lo que uno dice pensar o sentir. Opuesto a lo que se defiende o lo que se promulga", nos explica la psicóloga Pilar Conde, directora de Clínicas Origen. La experta señala que "las personas generalmente no somos siempre hipócritas, sino que en ocasiones se actúa de manera diferente a lo que se pueda esperar, debiéndose a varios motivos".
Por ejemplo, una conducta hipócrita puede se puede deberse a sentir miedos, o a tener intereses u objetivos que entran en conflicto. Puede ser que se haya defendido algo porque es políticamente correcto, pero, sin embargo, no llega a formar parte de las creencias reales de la persona.
Por tanto, la hipocresía puede tomarse, en ocasiones, como una forma de supervivencia, de adaptarse al entorno y de perseguir un objetivo.
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¿Cómo actúan las personas hipócritas?
Para el psicólogo José Martín del Pliego, "la persona hipócrita se mueve entre las normas sociales establecidas por una comunidad, con sus propios intereses personales".
El hipócrita invierte una gran cantidad de energía tratando de mantener una imagen que se adapte a lo que cree que los demás quieren ver, incluso si eso significa actuar de una manera que no es auténtica o suprimir sus verdaderos sentimientos y actitudes.
En lugar de ser fiel a sus propias creencias y valores, se enfoca en satisfacer sus propias necesidades y evitar el rechazo social. Aunque esto puede parecer exitoso a corto plazo, a largo plazo puede llevar a una sensación de insatisfacción y desconexión con los demás."Todos estamos haciendo equilibrios entre los dos polos, lo personal y lo social, pero el hipócrita cae en situaciones demasiado oportunistas y cínicas como para que su conducta sea adaptativa, ya que puede meter mucha energía en hacer ver que haría las cosas de una forma y hace lo contrario", continúa el psicólogo.
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¿Cuáles son las causas de la hipocresía?
"Hablamos de un fingimiento, de una simulación. Al final es una forma de manipulación para que las cosas sean como ellos quieren. Usarán las normas sociales a su favor, sin acatarlas cuando no les interesa", señala José Martín.
El hipócrita puede haber aprendido su comportamiento a través de su entorno familiar o social, donde la hipocresía es una norma aceptada o incluso valorada. Alternativamente, puede haber desarrollado su hipocresía como una forma de defensa para proteger sus propias necesidades, después de haber experimentado falta de consideración o apoyo en el pasado.
Asimismo, tiene la habilidad de desconectar de las partes de sí mismo que actúan en contradicción con lo que dicen, sin sentir culpa ni remordimiento. A menudo, este comportamiento se racionaliza atribuyéndolo a factores externos o culpando a otros. Esta desconexión puede llevar a una sensación de falta de autenticidad y dificultades en las relaciones interpersonales a largo plazo.
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¿Somos todos hipócritas de alguna manera?
Es cierto que todos podemos tener ciertos rasgos hipócritas en ocasiones, ya que a veces nuestras palabras y acciones pueden estar en desacuerdo, o podemos ocultar nuestros verdaderos pensamientos y sentimientos para evitar conflictos o complacer a los demás.
Sin embargo, hay que señalar que el comportamiento hipócrita no es necesariamente una parte integral de nuestra personalidad o carácter. En lugar de ser una característica innata, es más bien una conducta aprendida o adoptada que puede ser modificada a través de la introspección y el autoconocimiento.
Además, es importante recordar que nadie es perfecto y todos cometemos errores. Lo importante es ser conscientes de nuestras acciones y estar dispuestos a asumir la responsabilidad por ellas, en lugar de culpar a otros o justificar nuestro comportamiento con excusas. Al ser honestos y auténticos con nosotros mismos y con los demás, podemos cultivar relaciones más genuinas y satisfactorias.
Como recuerda el psicólogo, "cuando hablamos del hipócrita, nos referimos a que ese rasgo ocupa mucho espacio en la vida de esa persona. Son los llamados tóxicos, manipuladores, de doble moral o deshonestos".
La psicóloga Pilar Conde también opina lo mismo: "Todos en ciertos momentos tenemos que tomar decisiones o actuar de alguna manera en la que nuestros valores, objetivos, intereses, miedos entran en juego, por lo que es fácil que en algún momento actuemos de alguna manera que no se esperaba de nosotros, o incluso nosotros mismos nos sorprendamos".
¿Por qué la hipocresía es una actitud reprobable?
"Depende de la intensidad de la defensa que hayamos realizado, así como de lo críticos que hemos sido con ese comportamiento o actitud en concreto. Lo que más molesta es que una persona defienda de forma intensa algo, criticando, reprochando, juzgando… y que finalmente acabe actuando de la misma manera. Cuando no hay flexibilidad, empatía hacia fuera, pero si hacia uno mismo, suele generar disgustos", indica la psicóloga Pilar Conde.
Por su parte, Jose Martín del Pliego resalta que "los hipócritas generan mucha disonancia en los demás, y podemos salir muy perjudicados por el comportamiento del hipócrita. Vemos este tipo de conducta de forma habitual en el mundo de la política o de los negocios, pero también en la vida diaria nos encontramos con personas así. Cuanto más polarizados están más rechazo generan".
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