¿Por qué nos resulta tan complicado decir 'te quiero'?

Hay personas a las que les cuesta pronunciar estas dos palabras, verbalizar sus sentimientos

Por Pilar Hernán

Dos palabras, ‘solo un par de palabras’, que diría la canción del mítico grupo Hombres G. Te quiero. Tan intensas, tan bonitas cuando se pronuncian… y que en muchas ocasiones se quedan en el aire, en el pensamiento, y no se llegan a decir todo lo que deberíamos, no solo a nuestra pareja, sino también a nuestros amigos o familiares. Hay personas a las que les cuesta más verbalizar ese sentimiento. Y nos planteamos si decir ‘Te quiero' es solo una frase o un sentimiento real. “Puede ser ambas cosas. Las palabras de amor están devaluadas en estos tiempos, se han frivolizado”, considera Ángel Luis Guillén, director de Psicopartner, a quien le preguntamos si piensa que no decimos lo suficientemente 'te quiero' a las personas cercanas. “A algunas personas les cuesta expresar sus sentimientos o hablar de esas regiones de su intimidad. En cualquier caso, es positivo mostrar afecto, a través de las palabras, los actos y la comunicación no verbal”, añade el experto.

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Dos palabras que, en ocasiones, cuesta decir

Lo cierto es que nos encontramos con personas a las que les cuesta especialmente decir 'te quiero'. El psicólogo encuentra algunas posibles explicaciones. “Puede ser un tema cultural, los latinos somos más dados a expresar sentimientos e intimidades. Los anglosajones, menos, son más pudorosos con los asuntos del afecto. Después va por temperamento, carácter y educación… También influye la seguridad en uno mismo”, nos detalla. ¿El miedo puede explicar por qué es tan difícil decir te quiero? “El miedo al rechazo es una de las causas por las que algunos no dicen te quiero”, nos explica.

Beneficios de verbalizarlo

Hemos buscado los beneficios que nos puede aportar decir más veces 'te quiero'. “Expresar sentimientos, tanto positivos como negativos cumple una función despresurizadora para el que se está expresando. Decir cosas bonitas es una especie de asertividad, autorrefuerza a las personas además de fortalecer los lazos familiares, amistosos…”, comenta el psicólogo. Y matiza, además que, aunque no se diga, lo importante es demostrarlo. “Los hechos hablan por sí mismos”, apunta.

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Los vínculos en la actualidad

Una de las dudas que nos surge es si puede influir que los vínculos sean más frágiles en la actualidad. El experto no considera que este sea el principal motivo, pues, en su opinión, si los vínculos son menos fuertes hoy en día tiene que ver con otros asuntos sociofilosóficos mucho más profundos, que hacen incluso que el valor del compromiso sea menor. “Por el contrario, está de moda cambiar, arrepentirse, reinventarse, reciclarse y, como ahora lo llaman deconstruirse… Por otra parte, la llegada al mundo laboral de las mujeres nos ha dado cada vez mayores cotas de libertad, lo que fragiliza los vínculos, para bien o para mal. Las redes sociales y la socialización fast hace que, como en la era de la fastfood, sea posible establecer más vínculos y mucho más rápido que antes, aunque por lo mismo, sean más frágiles e inestables”, nos comenta, a la vez que apunta que también influye la herencia familiar, lo que hemos visto que se hacía en nuestra casa. Es más probable que si hemos visto a nuestros padres mostrar gestos de afecto, nosotros los reproduzcamos también.

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La importancia de verbalizar las emociones

Lo que está claro, en conclusión, es que es importante verbalizar nuestras emociones. Pero hay que hacerlo de forma adecuada. “Verbalizar es bueno con cabeza y con mesura. Hay que encontrar la medida que a cada uno nos ofrece paz y bienestar psíquico pero, ¡ojo! No todo lo que se nos pasa por la mente es verdad ni es bueno y, por eso, no todo debe ser verbalizado. Por otra parte, nosotros no somos nuestras emociones… Y cambian”, concluye.