Gemma Mengual: 'Hay que estar atentos a lo que el cuerpo nos dice'

La deportista ha colaborado con una campaña de concienciación sobre la Fibrosis Pulmonar Idiopática, y no ha dudado en compartir sus consejos para llevar una vida más saludable

Por Pilar Hernán

Gemma Mengual sabe lo importante que es cuidarse. Y la deportista, una de las mejores nadadoras de nuestro país, no ha dudado en sumarse a una campaña solidaria de concienciación sobre una enfermedad como la Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI). En España, se diagnostican 7,6 casos de fibrosis pulmonar progresiva por cada 100.000 habitantes al año, siendo la más frecuente la Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI), que afecta alrededor de 8.000 y 12.000 personas en este país y por lo tanto se considera una enfermedad rara. Por ello, coincidiendo con la Semana de la FPI, la nadadora se ha sumado a la campaña Inspira de Boehringer Ingelheim. “Como nadadora sincronizada entiendo perfectamente la importancia del aire y del control de la respiración, por eso quise involucrarme en esta campaña de concienciación sobre la fibrosis pulmonar. Ponerse en la piel de los pacientes y hablar de la falta de aire fuera del agua no ha sido fácil, pero es una realidad que merece la pena visibilizar para que más personas pongan conciencia a potenciales síntomas y cuiden de su salud”, señala la deportista, con quien hemos hablado con motivo de esta iniciativa solidaria.

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¿Qué la animó a colaborar con esta campaña?

Me sumé a la campaña Inspira para visibilizar un problema que para mí era desconocido hasta que un amigo me contó que su madre sufría de fibrosis pulmonar. Entonces empecé a tener más interés por esta afectación de la que ya había oído a hablar, pero no conocía la Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI) específicamente. Además, el hecho de descubrir que se trataba de una enfermedad rara me empujó aún más a colaborar.  

¿Conocía esta enfermedad rara antes, la fibrosis pulmonar idiopática?

No conocía esta enfermedad, pero la conocí gracias a lo que me explicó mi amigo sobre su madre. Además, con los pacientes que participaron en la campaña descubrí que, más allá de la FPI, la fibrosis pulmonar es una característica que puede afectar a un grupo de enfermedades, muchas de ellas consideradas “raras”. Aportar mi granito de arena para concienciar sobre algo tan relevante y aparentemente poco conocido es realmente tan gratificante como necesario.

¿Cuáles son, en líneas generales, sus claves para cuidar su salud?

Para cuidar mi salud intento estar activa, alimentarme bien, beber mucha agua, hacer ejercicio, ir al médico a hacerme las revisiones que tocan y cuando tocan. También tomo vitaminas y básicamente hago más o menos lo que hace todo el mundo: conocer mi cuerpo para tener control y estar atenta.

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¿Mantenerse activa es uno de sus secretos para estar y sentirse bien?

Evidentemente mantenerme activa es uno de mis secretos: ¡no parar! Ya mi vida de por sí es bastante activa porque no paro. Hago ejercicio cuando el cuerpo me lo pide o cuando tengo tiempo, tampoco me esclavizo con eso… Si una semana no he podido hacer ejercicio no pasa nada porque seguramente si no he podido es porque no he parado. Es importante escuchar el cuerpo y estar atento a sus necesidades.

¿Piensa que es importante escuchar las señales que nos lanza nuestro cuerpo, para entender si debemos frenar el ritmo, acudir al médico, etcétera?

Sí, pienso que hay que estar atento a lo que el cuerpo nos dice. Hay momentos en los que a lo mejor hay que echar el freno, descansar, dormir, disfrutar de una tarde tranquila, leer y hacer cosas que nos den placer y que nos relajen, sobre todo si llevamos un ritmo muy frenético. Es importante saber encontrar un momento para hacer un reset, tomarse una pausa.

¿Ha prestado, a lo largo de su carrera, especial atención al cuidado de su salud pulmonar?

Yo he sido deportista y, por ello, siempre he trabajado mucho la capacidad pulmonar –por ejemplo, un resfriado mal curado me afectaba en el rendimiento-, con lo que había que estar pendientes. Además, como tenía una actividad muy aeróbica-anaeróbica continuamente, sí que había épocas en las que me costaba más aguantar los entrenamientos, pero en el centro médico del lugar donde entrenábamos teníamos a profesionales que nos cuidaban. Por suerte, yo nunca he tenido problemas con eso.

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Habla de la importancia de la respiración, ¿es fundamental saber respirar bien para salvaguardar la salud de nuestros pulmones?

Creo que sí que es muy importante saber respirar bien. Hay muchas técnicas de respiración, para estar más relajado o rendir mejor en el día a día, incluso a la hora de dormir. Hay gente que descansa mal porque cuando duerme no respira bien, entonces sí que creo que es muy importante.

El aire que respiramos cada vez es menos limpio, ¿piensa que aún está en nuestra mano hacer algo para darle la vuelta a esta situación?

Evidentemente creo que el aire que respiramos cada vez es menos puro y pienso que todos podemos hacer algo en este sentido. Poco a poco esto se va convirtiendo en una preocupación mundial y cada vez hay más conciencia sobre ello. ¿A quién no le gusta decir “hoy he estado en la montaña respirando aire puro”? A todos nos gusta esta sensación y, por ello, es responsabilidad de todos ayudar a mejorar esta situación. 

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¿Cómo cuida su alimentación, qué alimentos no faltan en su nevera?

Mi alimentación es súper completa. Intento comer de todo y, como tengo la suerte de que me gusta comer y disfrutar, también tengo mis caprichos. No soy muy de frutas, pero intento comerlas, algunas me gustan más que otras; los vegetales me gustan todos, me gusta mucho el pescado, por ejemplo. Intento compensar siempre y comer de todo bajo una alimentación completa, optando por legumbres y carbohidratos también cuando hacen falta, entre otros. Como he sido deportista, sé lo que tengo que comer y eso me ayuda a decidir y tener claro qué toca comer, aunque me gusta dejarme llevar muchas veces y disfrutar. Una alimentación equilibrada, en la que haya de todo y de todos los colores, considero que es la mejor.

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Y junto con la alimentación, el ejercicio es otro aliado fundamental de nuestra salud. ¿Cómo animaría una deportista de elite como usted a nuestras lectoras para que no duden en ponerse en marcha, en hacer deporte?

Creo que hacer deporte te hace sentirte bien y feliz. Te hace sentir a gusto contigo mismo, en forma, más ágil y más capaz. Es básico tener una actividad mínima, hacer algo para tener el cuerpo fuerte y preparado: ya no es por el peso ni por algo estético, sino para sentirte más fuerte. Es básico tener una actividad física para sentirnos mejor con nosotros mismos y cuidar nuestra salud en todos los aspectos.

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Últimamente, se le está dando cada vez más importancia a la salud mental, lo hemos visto en los pasados Juegos Olímpicos de Tokyo, ¿está de acuerdo en que no se deje de lado este pilar fundamental de nuestra salud, tantas veces olvidado?

Estoy totalmente de acuerdo en que la salud mental es muy importante. La mente lo domina casi todo, es decir, te puede echar para atrás y para adelante en la toma de decisiones; o un estado de ánimo te puede cambiar la vida. Por ello, hay que cuidar la salud mental. Durante mi carrera siempre he tenido a gente que se preocupaba de eso, de que estuviéramos bien, que no hubiera cosas que nos preocupasen, que no estuviéramos con el ánimo bajo, y nos ayudaba a saber gestionar las cosas que nos preocupan para seguir adelante y rendir al máximo.

Vivimos en una sociedad en la que siempre parece haber prisa, ¿piensa que deberíamos tomarnos la vida de forma más relajada, prestar más atención al descanso?

Sí, creo que todos vivimos en un frenesí y hay que saber compensar, buscando el descanso – si no descansamos, no podemos seguir el ritmo y es cuando nos perdemos. Hay que encontrar esos momentos en los que nos podamos sentirnos bien, descansar y desconectar. Todo el mundo tiene sus formas: hay gente que con una tarde de siesta se recupera y otros que lo hacen con un fin de semana fuera. Al final, hay que buscar esos momentos en los que frenar porque no se puede seguir con este ritmo frenético, sino entramos en un pez que se muerde la cola y llega un momento en el que no podemos más.