Por qué la comida que se sirve en los aviones sabe diferente

Resolvemos la duda sobre la falta de percepción de sabor de la comida en los aviones y conocemos qué alimentos son los más aconsejables para ingerir durante los viajes

Por hola.com

Siempre que hacemos un vuelo de media o larga distancia, nos preocupa el tipo de comida que nos van a servir en el avión, sobre todo, si queremos cuidar nuestra alimentación. Y es que, según la nutricionista y colaboradora de ¡Hola!, Marta Lorenzo, a pesar de que en los últimos años la variedad de las comidas que se ofrecen en este medio de transporte ha mejorado considerablemente, esta sigue dejando mucho que desear. No obstante, no sería justo culpar de esto a las aerolíneas, ya que no es fácil conseguir una buena alimentación y una comida de calidad a tantos metros de altura. 

Una de las cuestiones más criticadas de la comida de los aviones es la textura, el sabor y la calidad nutritiva. Generalmente, todo lo que ingerimos en un avión nos sabe mucho más soso y nos resulta menos sabroso que en tierra firme. Razón por la cual, los responsables de este servicio tienen un reto importante al que hacer frente, además de, por supuesto, la seguridad alimentaria: satisfacer el sentido del gusto. Y es que este, según numerosas investigaciones, se ve alterado en situaciones de vuelo.

-Lee: Gastronomía de altos vuelos: ¿Comer en un avión y, además, hacerlo bien? ¡Una 'sabrosa' realidad!

¿Por qué nos sabe diferente la comida cuando volamos?

Algo curioso en lo que todos coincidimos es que, la comida y la bebida saben diferentes cuando estamos en el cielo. Dentro del avión y a una altura de miles de metros, los sabores de cualquier cosa que probemos, desde un plato de pasta hasta un trago de nuestro refresco favorito, quedan modificados. Esto se debe a que las papilas gustativas y el sentido del olfato son las primeras cosas en desaparecer cuando volamos. “La cabina está presurizada y, en consecuencia, el aire se vuelve seco, causando mayor sequedad de nariz y boca que da lugar a una menor percepción de sabores salados y dulces, hasta un 15%”, explica Marta Lorenzo.

Todo menú está precalentado

De los personalizados menús que repartían en los años 60, hemos pasado a las bandejas precocinadas que nos sirven hoy (con suerte) en los aviones. Y una de las principales razones por las que estos menús se han visto modificados es, precisamente, la logística. “El espacio es muy reducido y existen multitud de limitaciones técnicas, por lo que lo más cómodo son las bandejas precocinadas, capaces de soportar altas presiones”, aclara la experta.

-Lee: ¿Son saludables los alimentos precocinados?

¿Cuál es la comida más recomendable para pedir en un avión?

En la elección del tipo de comidas y alimentos que se van a servir en un avión, las aerolíneas deben tener en cuenta cuáles son los alimentos más perecederos o más inestables (que se contaminan con más facilidad) para no incluirlos en el menú y, generalmente, estos suelen ser los más saludables y naturales. Así que, dentro de la reducida carta que nos ofrecen, estos son los alimentos y bebidas que, según la experta en nutrición, deberíamos consumir.

  • En los viajes es normal sentirnos cansados, así que, es recomendable escoger alimentos que aporten energía como, por ejemplo, un poco de pasta, arroz o pan.
  • Otro gran problema, sobre todo en vuelos de larga duración, es la hinchazón de piernas y del cuerpo en general, por lo que la hidratación va a tener un papel fundamental. Y es que, entre la falta de movimiento, el aire seco de la cabina o los cambios de presión, puede acabar deshidratándonos e hinchándonos. “Para esto, recomiendo principalmente el agua (mejor sin gas), zumos o infusiones como el té. Por supuesto evitar el alcohol, ya que es el enemigo número uno de la retención de líquidos”, aclara la experta.
  • Dentro de las opciones, hay que intentar elegir los platos más ligeros, tanto en métodos de cocinado como en alimentos de fácil digestión, evitando aquellos que resulten flatulentos (sobre todo los crudos). Además, es aconsejable reducir salsas, fritos y alimentos muy salados.

-Lee: ¿Cómo evitar que un viaje en avión suponga un trastorno digestivo?