¿Cómo nos avisa el corazón de que puede estar fallando?

El corazón puede dar algunas señales que indican que puede tener un problema. Así nos avisa y de esta manera debes mimarlo

Dr. Eduardo Junco


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El corazón es un músculo muy fuerte pero a la vez muy sensible a los hábitos de vida. Te pide unos cuidados básicos para funcionar a pleno rendimiento, y si los mantienes, conservarás una buena salud cardiovascular. Sin embargo, a veces pueden aparecer problemas o enfermedades que pongan en peligro su buen funcionamiento. Saber cómo avisa nuestro corazón de que algo falla puede evitarnos un disgusto. Antes de conocer, de la mano del doctor Eduardo Junco, las señales de alarma que nos lanza, hacemos un repaso de cuáles son los hábitos de vida para mantenerlo en buena forma. 

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Y es que la prevención de las enfermedades cardiacas es uno de los objetivos principales de toda política sanitaria y es un hecho evidente que todos los gobiernos de países desarrollados ponen todo su empeño e interés en promover campañas de para conseguir disminuir la incidencia de estas enfermedades.

Los fundamentos y la estrategia para prevenirlas se basan en identificar primero y corregir después los denominados 'factores de riesgo', particularmente, el tabaquismo, las grasas saturadas de la dieta alimenticia, el control del peso, la hipertensión y la vida sedentaria.

Si queréis mimar vuestro corazón y protegerlo no olvidéis practicar y difundir los hábitos de higiene y salud que previenen estas enfermedades y así aumentaréis vuestro bienestar y vuestra calidad de vida.

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Consejos para cuidar el corazón 

Antecedentes familiares. Deben ser tenidos siempre en cuenta. Si en el entorno familiar, sobre todo padres y abuelos, han existido enfermedades como la arterioesclerosis, colesterol elevado, enfermedad coronaria o infarto de miocardio debemos ser más cuidadosos y acudir al especialista para que paute los cuidados y revisiones que considere. 

Alimentación. Está científicamente demostrado que una dieta inadecuada, sobre todo, en lo que respecta al excesivo aporte calórico y al contenido en ácidos grasos y sal, puede perjudicar seriamente la salud de nuestro corazón. Una dieta sana y equilibrada compuesta por alimentos frescos y naturales, rica en fibra, frutas y verduras y con escaso aporte de grasas de origen animal previene la aparición de arterioesclerosis y de cardiopatía coronaria. Las grasas saturadas, presentes en los alimentos de origen animal (yema de huevo, grasas del cerdo, mantequilla, etc.), elevan el colesterol causante de arterioesclerosis. La dieta con poca sal hace que se controle la tensión arterial y facilite el trabajo del corazón.

Edad. A medida que cumplimos años, las posibilidades de mal funcionamiento de la víscera cardiaca son más elevadas. El corazón, como todo nuestro organismo, envejece y las posibilidades de padecer alteraciones como taquicardias, extrasístoles, palpitaciones, fatiga ante esfuerzos o dolor torácico, son mayores.

Tipo de vida. La vida sedentaria es un factor de riesgo para nuestro corazón. La práctica de ejercicio físico adecuado a la edad y condición de cada uno es una actividad indispensable para la prevención. Realizar algún deporte de forma habitual, sobre todo si es aeróbico (natación, bicicleta, carrera, marcha, baile, etc), es un seguro de buena salud para el corazón.

El peso. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo muy significados. Es lógico pensar que un corazón con sobrecarga de trabajo está mucho más expuesto a padecer problemas. Además, la obesidad está siempre ligada a una alimentación inadecuada, generalmente, hipercalórica, y a la vida sedentaria. Ambos factores inciden negativamente en la salud del corazón.

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El estrés. La vida estresante con tensión, ansiedad y, en ocasiones, angustia es muy perjudicial para el corazón. Las características de la vida urbana moderna, con prisas, tráfico, horarios y trabajo de oficina es generadora de múltiples agresiones que desencadenan estrés. Por el contrario, la vida relajada y tranquila beneficia la buena salud del corazón.

La tensión arterial. La hipertensión arterial lesiona las arterias coronarias y representa un trabajo extra para el músculo cardíaco. Es conveniente tener la tensión controlada en cifras que no excedan de 14 de máxima y 9 de mínima. Los alimentos con escaso contenido en sales son siempre beneficiosos para el corazón.

El colesterol. La persistencia por largo tiempo de cifras altas de colesterol en sangre puede dar lugar a arterioesclerosis y cardiopatía coronaria. Tomar medicación bajo control médico y alimentarse con una dieta pobre en grasas saturadas de origen animal son medios para controlar el colesterol.

El hábito de fumar. La nicotina es un alcaloide del tabaco que provoca de forma inmediata vasoconstricción de las arterias coronarias. El tabaco se ha mostrado muy perjudicial para el corazón y es un hábito íntimamente ligado a la aparición de infarto de miocardio y de cardiopatía isquémica. Conseguir abandonarlo será la mejor acción que se puede realizar para la protección cardiovascular.

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Cómo nos avisa el corazón

Ahora que hemos visto qué factores de riesgo están relacionados con un problema cardiovascular, podemos pasar a revisar qué señales nos puede dar el corazón si algo falla. Las taquicardias, la isquemia coronaria, la angina de pecho y el infarto de miocardio son las afecciones más graves del corazón y suelen avisarnos con síntomas de alarma que debemos identificar para pedir ayuda a emergencias o acudir a un centro hospitalario. 

Dolor torácico. Es el síntoma más universal y más llamativo. El dolor es muy intenso, central e irradiado al brazo izquierdo. A veces se acompaña de síntomas digestivos y respiratorios.

Palpitaciones. Es la sensación subjetiva por la que se notan los latidos cardíacos de forma más acelerada y más intensa.

Fatiga ante esfuerzos. El cansancio y la fatiga ante esfuerzos leves puede ser un síntoma de funcionamiento deficiente del corazón.

Cianosis. El color morado o azulado en las zonas distales del cuerpo (dedos, labios, etc) puede ser síntoma de alteración en la función cardiaca.

Edemas. Los edemas en extremidades inferiores al final del día pueden tener relación con mala función cardiovascular.

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