¿Qué riesgos tiene el parto en casa?

Dar a luz en casa, sin un equipo médico preparado para atender cualquier emergencia, es un riesgo para el bebé y para la madre que los especialistas en obstetricia y ginecología no comparten e insisten en no correr.

Por nuria Safont

La muerte por asfixia de un bebé en Vigo, debido a que sus padres decidieron que el niño naciera en casa, ha vuelto a reabrir el debate sobre el parto en casa. A pesar de que no existen cifras oficiales, se estima que en España se realizan unos 700 partos en casa. Así lo indicó la Associació de Llevadores del Part a Casa de Catalunya (Alpacc), que el pasado mes de junio presentó la Guía Asistencial del Parto en Casa. Según el Insituto Nacional de Estadística, en 2016, se produjeron 410.583 nacimientos. Por tanto, el porcentaje de partos en casa está en torno al 0,1%. 

La mayoría de los expertos en obstetricia y ginecología no apoyan ni respaldan y, es más, desconsejan que una madre dé a luz en casa. Se preguntan por qué eligen esta alternativa si en un centro sanitario hay más garantías. Así lo opina el ginecólogo Pedro Caballero, director de la Clínica Tambre, en Madrid. "Nos estamos jugando la vida de una persona, o de dos. Por eso, como médico, tengo la obligación de respetar la decisión, pero debo darle toda la información y explicarle los riesgos a los que se exponen madre y bebé (sufrimiento fetal, hemorragia, no expulsión de la placenta, infecciones e incluso fallecimiento). Mi opinión es que, si la medicina ha evolucionado y se ha conseguido reducir la mortalidad en el parto, ¿por qué damos ahora un paso atrás? Me parece un riesgo innecesario que una mujer opte por dar a luz en casa", insiste y añade: "Si lo decide así, debe saber a qué se expone", advierte aludiendo al caso del bebé fallecido. 

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Riesgos en la presentación 'de nalgas'

Los motivos que lleven  a una mujer a tener a su bebé en su domicilio son muy personales. Por ejemplo, la preferencia de un ambiente más amigable y no medicalizado. Sin embargo, hay casos en los que no se debe practicar bajo ningún concepto, y menos si el bebé viene de nalgas, según indican los especialistas. 

La mayoría de los bebés cambiarán su posición unas dos semanas antes del parto y se moverán a la posición cefálica, es decir, de cabeza. Sin embargo, no sucede siempre y algunas veces el bebé viene de nalgas. "Si el bebé viene así, practicamos una césarea. Antiguamente, no se hacía, debido al riesgo de infecciones. Sin embargo, gracias a los avances de hoy en día, muchos expertos vemos que esta opción es la más segura para traer al bebé al mundo", señala el doctor Pedro Caballero. 

Y es que, en esta posición, la cabeza del bebé es la última parte en salir y dificulta su paso por el canal del parto. En ocasiones, se emplean fórceps en el parto vaginal para guiar la cabeza del bebé fuera del canal del parto. Sin embargo, puede darse otro problema, que es el prolapso del cordón, en el que éste se comprime cuando el bebé avanza, disminuyendo el suministro de oxígeno y sangre del bebé. De ahí que sea necesario la monitorización, para asegurarse de que no hay sufrimiento fetal y, si se advierte, recurrir a la cesárea, especialmente si el bebé es prematuro, indica la Asociación Americana de Embarazo. 

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