Las algas marinas, el alimento con más minerales

Entre otras cosas, tienen hasta 10 veces más calcio que la leche y puedes encontrarlas en casi cualquier tienda de alimentación. ¿A qué esperas para incluirlas en tu dieta?

Por Cristina Soria

Seguro que no te resultan una novedad y que las han consumido en alguna ocasión, pero ¿sabías que las algas son una importantísima fuente de vitaminas y minerales que limpian nuestro organismo gracias a sus elementos antioxidantes? También activan el metabolismo y, además, su aporte de calorías es prácticamente nulo. Además, se trata de un ingrediente muy versátil en la cocina, que nos permite incorporarlas a numerosos platos.

Gracias al auge de la comida asiática se han puesto de moda, y los expertos en nutrición han destacado que los nutrientes de las algas tienen más beneficios de los que podríamos imaginar.

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Los numerosos beneficios de las algas

Entre sus nutrientes destaca el yodo, clave para mantener nuestro tiroides saludable; el calcio, el potasio y magnesio que cuidan de nuestros huesos y salud cardiovascular; aporta vitaminas A, B y C;  y tiene altas dosis de hierro, imprescindible para suministrar oxígeno y energía a nuestro organismo. Todos estos beneficios las convierten en un superalimento.

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Las algas marinas, además de por dentro, nos ayudan a sentirnos bien por fuera. Son diuréticas, ayudan a perder peso, protegen la piel de los rayos UV y la contaminación, y dan un aspecto saludable a las uñas y el cabello.

Algas de todos los colores

Podemos encontrar fácilmente algas comestibles en multitud de tiendas sin necesidad de tener que ir a un restaurante japonés para comerlas. Suelen clasificarse por colores y texturas y, aunque todas resultan saludables en líneas generales, cada tipo de alga se caracteriza por ser rica en distintas propiedades y beneficios.

El alga espirulina se encuentra entre las azules. Se trata de una microalga muy sabrosa y rica en aminoácidos y proteínas. Destaca por contener ácido gamma linoléico (GLA), que solo se encuentra presente en la leche materna.

El alga nori pertenece a las algas de tonalidad parda. Resulta muy fácil incluirla en numerosas recetas, pues su textura crujiente y su delicioso aroma hacen de ella un ingrediente de lo más apetecible. Es rica en proteínas y también en provitamina A. Inclúyela en tus fritos o ensaladas desmenuzándola con las manos. También puedes utilizarla para sazonar tus platos.

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El agar-agar, transparente,  es el alimento perfecto para cuidar tu intestino. Este alga ayuda a eliminar cualquier residuo de tu estómago y es capaz de evitarte digestiones pesadas. Su formato gelatinoso la hacen perfecta para su uso en postres, flanes o mermeladas. Es rica en fibra soluble y tiene un alto valor nutritivo. Contiene, entre otros minerales, calcio, fósforo, hierro, sodio y yodo. Es perfecta para adelgazar por su gran poder saciante unido a un bajo aporte calórico.

Es preferible un consumo moderado

A pesar de estar llenas de beneficios, no es necesario que las incluyas en todos tus guisos, ensaladas o bocadillos. Algunas algas pueden resultar demasiado saladas y eso se puede traducir en sensación de sed nada más terminar de comer.

Además, has de tener cuidado si padeces algún problema de riñón, un trastorno de tiroides o tienes la presión arterial elevada. Su alto contenido en yodo, sodio y potasio podría hacer que empeorasen tus problemas de salud.

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