En las pequeñas cosas, en los detalles, está la diferencia. En una reforma también. Cómo cuesta encontrar buenos profesionales que presten atención y pongan mimo en los detalles de una reforma. En los encuentros entre materiales, en los materiales usados en sí, en la ubicación de determinados elementos… y en otros puntos de los que vamos a hablar. En ellos conviene fijarse para saber si una obra está bien rematada y es de calidad. La foto que abre este artículo pertenece a un proyecto de Jones | Haydu en colaboración con Kevin Sawyers, de Sawyers Design.
1. La calidad de los materiales
Esto en una obra es fundamental. Si bien ya a la hora de pedir un presupuesto para realizar una reforma es importante fijarse en la calidad de los materiales que se están presupuestando, si vas a ver una reforma, también has de tener en cuenta que todo cambia en función del material. La calidad de un material se siente a la vista y al tacto, pero también asegura la durabilidad en el tiempo. Los buenos materiales son sinónimo de acierto en una reforma. Aquí, un detalle de materiales usados por Yeyé Estudio en uno de sus proyectos, donde destaca la fabulosa encimera de mármol Rosso Lepanto.
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