La ergonomía, una clave a tener en cuenta
El espacio de trabajo ha de ser ergonómico. Dice la RAE que la ergonomía es el “estudio de la adaptación de máquinas, muebles y utensilios a la persona que los emplea habitualmente para lograr una mayor comodidad y eficacia”.
Eso significa que necesitas que tu lugar de trabajo y los elementos que usas en él (la mesa, la silla, etc.) sean ergonómicos, ya que así lograrás que el espacio te ayude a ser más eficaz y productiva. Y evitarás, de paso, problemas de espalda.
- Lo ideal es que tu rincón de trabajo esté alejado de las zonas de día de la casa, para que sea más tranquilo y evites distracciones. Esto no siempre es posible.
- Debes mantener una postura adecuada en el escritorio, manteniendo los brazos en un ángulo de 90º C, por lo que te vendrá bien una silla regulable en altura.
- Hazte con un cojín lumbar, muy práctico para ayudarte a mantener la espalda recta.
- La pantalla ha de estar al nivel de los ojos. Busca un soporte para el portátil, o eleva la pantalla del ordenador con la ayuda de unos cuantos libros.
- Utiliza filtros o gafas de protección frente a la luz azul.
- Un reposapiés puede ser de mucha ayuda para que puedas mantener la postura adecuadamente.
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