3. Precisa mayor mantenimiento
Este es otro de los grandes temores y es sobre todo porque cuando el cliente piensa en una casa de madera imagina que lo tiene que ser, no solo en la estructura, también en los revestimientos de suelos y paredes, techos, etc., cuando no es así.
En fachada no hay por qué dejar acabados de madera, de este modo, se puede hacer la vivienda con ningún mantenimiento, si se desea. En la envolvente se suele aplicar mortero (es lo más común), piedra, cerámica, acero o incluso ladrillo cara vista. El mortero de silicato no requiere mantenimiento, a lo sumo, si al cabo de los años uno quiere cambiar el color de la pintura, se puede dar una capa con otra tonalidad.
“Para evitar el mantenimiento en las ventanas ya no optamos por las íntegras en madera sino las mixtas, que van forradas en aluminio y así no requieren tratamientos ni envejecen mal”, detalla el experto.
En la propuesta, una vivienda sostenible en el municipio mallorquín de Esporles construida por Arquima con un entramado ligero de madera y con carpinterías de altas prestaciones. La casa se construyó en fábrica en dos semanas y el montaje de la envolvente se realizó in situ en tan solo cinco días.
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