Brindar un lugar donde relajarse o dormir ya no es la única vocación de un dormitorio. Ahora, también trabajamos, llamamos por teléfono, nos conectamos, vemos la tele, escuchamos música... Este espacio, inspirado en las habitaciones de los hoteles, se ha convertido en una sala multiusos, a la que se traslada la vida personal e, incluso, social. Para ser realmente independiente y convertirse en el refugio perfecto, debe contar con una decoración basada en tus deseos y necesidades, donde la personalización es el verdadero valor añadido.
1. En modo estudio
La idea no es nueva, ya te hablamos de ella en 2018 (El dormitorio es el salón (y el despacho) de la casa del siglo XXI), lo que es realmente innovador es su nuevo papel en la vida diaria y su apertura al resto de la casa y al exterior, adquiriendo el aspecto de un estudio, como el que tiene esta propuesta de Cuckooland. Este cambio implica una necesidad de más metros cuadrados, ya no basta con que entre la cama y el armario, sino que necesitamos poder movernos y acoplar un escritorio, una butaca para leer o un rincón para practicar yoga.