Entrada triunfal
Accedemos al interior de la vivienda, una edificación de los años 50’ que requirió una remodelación completa. “Aunque cuando se adquirió la vivienda ya tenía una reforma previa hecha, en nuestro proyecto abrimos huecos de fachada para permitir la entrada de luz y una mayor conexión con las zonas ajardinadas. Además, creamos espacios más abiertos, sin tanta compartimentación, unificando suelos y jugando con la palillería, para crear ambientes”, apunta Raúl.
Nos encontramos en el recibidor, aquí, y en el resto de la casa, la pintura de las paredes como lienzos en blanco permiten jugar con el mobiliario. Para esta entrada se instalan peanas lacadas y, sobre ellas, copas de piedra francesa del siglo XIX. Tanto el separador metálico como el espejo son diseño del interiorista.
Leer más: 10 razones para pintar tu casa de blanco