La mejor receta, la prevención
Para prevenir la llegada de esta molesta plaga, ten en cuenta que una forma natural es contar con la presencia de sus enemigos, como mariquitas, crisopas y bichos depredadores, que luchan también contra la mosca blanca. Y aunque una tierra abonada siempre es buena para aportar nutrientes a la planta, es mejor evitar el exceso de nitrógeno en el sustrato, que atraerá a estos pequeños insectos.
Tampoco está de más que observes periódicamente las plantas en busca de señales de plagas o enfermedades, pues cuanto antes actúes menos daños causarán. Por ejemplo, en el caso de los trips es vital la rápida detección, pues se propagan rápidamente.
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