4. Pintura, una opción económica para un cambio fácil
¿Quieres una opción que te abra la puerta a cambiar los revestimientos en el futuro? La pintura será tu gran aliada, ya que podrás pintar las paredes del color que quieras y cambiarlo de manera económica (y, además, hacerlo tú mismo) cuando te canses. Su única desventaja es que ofrece diseños más limitados.
Además, en la cocina no vale cualquier pintura: tendrá que ser indicada para estancias húmedas y que sea lavable. Dentro de estas, puedes encontrar pinturas al aceite, pinturas plásticas, pinturas de esmalte sintético y pintura de esmalte al agua. La más fácil de limpiar y que, además, seca antes, son las plásticas.
En cambio, si lo que quieres es renovar los azulejos con pintura y cambiar su color, necesitarás una pintura epoxi, entre la que podrás elegir entre un acabado mate, satinado o brillante, el más sufrido y fácil de limpiar.
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