Cabeceros tapizados: motivos por los que gustan
Si los cabeceros de madera suben la temperatura del ambiente, los tapizados lo hacen también al tacto. De chenilla, terciopelo, lino o algodón, sea el que sea el tejido que elijas para tu cabecero tapizado son un recurso ideal para dar calidez y sumar estilo. Este tipo de cabeceros son un must en dormitorios clásicos, pero también los encontramos en dormitorios modernos, aunque caracterizados por un diseño más limpio, sencillo y minimalista.
Si eres una persona a la que le gusta leer o ver una serie en la cama, esta opción es para ti, ya que son más cómodos que los de madera (o cualquier otro material) y permiten apoyar la espalda cómodamente. ¿Y lo mejor? Que si se estropean puedes llevarlo a tapizar y, con un tejido nuevo, podrás cambiar por completo la imagen de tu dormitorio.
Sumándose a estas ventajas, los cabeceros tapizados permiten decorar tu dormitorio con unidad, eligiendo el mismo tejido (o similar) para los cojines, las cortinas o el tapizado de una butaca o el pie de cama.
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