Hacer la colada es una de las tareas más frecuentes en la mayoría de las casas, especialmente si sois muchos en la familia. Poner la lavadora, cargar el detergente, añadir el suavizante, seleccionar el programa de lavado… Son acciones que hemos interiorizado y que hacemos sin pensar, aunque unas son esenciales y otras no tanto. Utilizar el suavizante, por ejemplo, ¿es imprescindible? ¿Realmente merece la pena?
Un producto habitual
El suavizante es uno de esos productos que están totalmente integrados en nuestra rutina de limpieza de la casa. Al igual que el detergente, lo utilizamos frecuentemente y esperamos de él que mejore la textura de la ropa y le aporte suavidad, así como que la perfume con un aroma agradable.
Sin embargo, a veces los efectos de usarlo no son tan evidentes. En el caso del detergente no sucede lo mismo, puesto que en seguida advertimos si la ropa queda limpia o no, o si desaparecen las manchas. Cuando se trata del suavizante, el resultado es más difícil de valorar.
Leer: Cómo hacer la colada más fácil y lograr que quede perfecta