Secretos para garantizar el éxito
Las trepadoras y las enredaderas son plantas con distintas necesidades de clima, riego y cuidados. José Abraham tiene claro que el acierto a la hora de decantarse por una especie u otra consistirá, “como siempre en jardinería y paisajismo, en elegir aquella que más se adecúe al lugar, teniendo en cuenta la exposición de sol, la zona a cubrir, las necesidades de agua, el tipo de sombra, si presenta o no floración…”.
En la imagen vemos la fachada de una vivienda cubierta de hiedra. De ella comenta Fernando que, entre las trepadoras, además de la parra virgen, es la otra opción más empleada. “Bastante más invasiva, sin embargo, sus variedades mini tienen mucho menos vigor y sus hojas pequeñas son realmente bonitas. A cambio, crecen más lentas que las de hoja grande. La ventaja de la hiedra frente a la parra es que es perenne, por lo que no deja desnudo aquello que queremos ocultar durante los meses fríos”.
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