La técnica para convertir piezas de cristal en cerámica o barro cocido es perfecta para reutilizar todas aquellas vasijas que tienes en casa y que ya no utilizas. No importa si son de cristal o de otros materiales, ya que puedes usar el mismo método de pintura para decorar superficies de plástico o loza.

Experimenta con los colores. Haz tus propias mezclas para darle a las piezas el matiz que más te guste. Esta es, además, la parte más creativa de todo el proceso. Toma algunos tonos de base como el marrón, el naranja, el rojo y el amarillo y va añadiendo blanco o negro para lograr diferentes variaciones en la gama de los tonos tierra.

La técnica es muy sencilla. El secreto está en conseguir una textura gruesa para la pintura, lo que facilitará mucho su aplicación sobre el cristal, ya que se adhiere mucho mejor. Para conseguir esa textura es necesario añadir a la pintura levadura de repostería o bicarbonato.

Una vez decorados jarrones, floreros o botellas, puedes completar el resultado añadiendo algunas flores y ramas secas. Te quedará un conjunto muy decorativo que podrás lucir en cualquier rincón de tu casa, desde el recibidor hasta el salón.

El efecto decorativo de las piezas pintadas con efecto terracota es tan grande, que no necesitarás mucho más para decorar un espacio. Crea un conjunto de vasijas de diferentes alturas para darle dinamismo al resultado final.

Aplicar la pintura es sencillo. Solo debes tener en cuenta algunas recomendaciones que te ayudará a lograr el mejor resultado. Utiliza una brocha plana y da pinceladas largas en sentido vertical y horizontal, procurando que no queden demasiadas marcas (dejar alguna es inevitable, pero mejorará tras la segunda capa).

Gracias a la textura que la pintura ha adquirido gracias a la levadura o al bicarbonato, se obtiene una gran cobertura. Sin embargo, es conveniente dar dos capas para asegurarnos que de la pieza queda bien cubierta y no quedan zonas transparentes. Espera a que la primera mano se haya secado del todo.