Cuidados de la glicinia
La glicinia es una planta fácil de cultivar, aunque si te haces con ella, lo ideal es que elijas una con flores, para garantizar su floración (si la cultivas desde la semilla, puede tardar casi diez años en ofrecer flores). Estos son los cuidados más importantes:
Luz: puedes colocar la glicinia en cualquier rincón de tu jardín, ya que se desarrollará igual de bien tanto a pleno sol como en situaciones de semisombra, aunque hay que garantizarle al menos 4 horas de sol diarias.
Riego: ofrécele un riego regular, especialmente cuando la planta es joven y durante las épocas más calurosas. Aunque tendrás que tener cuidado con el exceso de riego y los encharcamientos, que podría dañar las raíces irreparablemente.
Temperatura: aguanta temperaturas extremas, tanto cálidas como frías. Es resistente incluso a las heladas.
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