En decoración de interiores parece que hay unas normas establecidas, más convencionales, y luego llegan esas ideas que rompen con lo que acostumbramos a ver. Y lo hacen con elegancia y buen resultado estético. Es el caso de esos materiales diferentes o poco usuales según la estancia en la que se incluyen. Puede que el papel pintado no sea lo primero que se te viene a la cabeza para decorar un baño o una cocina, pero se puede usar. Y el resultado es espectacular. O como el acero usar en la pieza que hace de cabecero en la imagen que abre este reportaje, una idea de Schuchovski Arquitetura. A esos acabados le dedicamos este artículo que te servirá de inspiración al tiempo que tendrás trucos o ideas prácticas para incorporar cada material a tu casa.
Papel pintado en la cocina
Cocinas y baños ganan con papel pintado aunque siempre hay reparos por su delicadeza. No te vamos a engañar, lo son. De ahí que el papel pintado en una cocina se use en la zona de office o en la de trabajo, pero siempre en la parte "alta" de la pared para que quede a salvo de salpicaduras directas desde la encimera. Sin embargo, hay formas de usarlo con cierta tranquilidad. Para empezar, si se trata de un papel pintado vinílico tendrás la posibilidad de limpiarlo ligeramente con un paño suave. Si los tonos escogidos son intensos y hay estampado también resultará más discreto. Otra opción es siempre proteger la zona más conflictiva con un revestimiento que permita limpieza o bien, proteger el papel con un cristal transparente que deje que se luzca su diseño, pero puedas limpiar siempre que quieras.
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