Los peligros que la acechan
Además de las plagas y enfermedades que pueden afectar al poto, hay otros elementos que pueden perjudicarlo bastante. Debes estar atenta a los signos que muestre la planta, ya que es su forma de decirte qué le está ocurriendo.
- Si tu poto tiene las hojas demasiado amarillas puede que esté sufriendo de clorosis férrica. Es decir, que le falte hierro. La solución pasa por añadir un sustrato ácido a la maceta o quelato de hierro, un producto que solucionará esa carencia.
- Si las puntas de las hojas están secas, puede que el sustrato tenga demasiadas sales por un exceso de abono. Riega de forma abundante para tratar de equilibrarlo.
- ¿Hojas lacias y débiles? Es probable que tu poto haya recibido demasiado sol de forma directa, o también puede ser que lo hayas regado en exceso. Corrige ambos factores y verás cómo mejora.
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