5 claves para hacer los buñuelos de bacalao más crujientes y jugosos
Si hay un producto representativo de la Semana Santa, además de las torrijas, ese es el bacalao. Con este pescado podemos hacer cientos de recetas y hay una que nos encanta. Los buñuelos resultan un aperitivo o entrante perfecto. Te contamos cómo conseguir que te queden crujientes a la vez que jugosos
Entramos de lleno en la Semana Santa y muchos ya nos hemos aprovisionado de todo lo necesario para preparar las recetas más propias de esta época. Siguiendo los consejos de ¡HOLA! Cocina tendremos el potaje de vigilia perfecto, las torrijas más deliciosas y muchos otros platos de bacalao que se suelen tomar en estas fechas. Al pilpil, en salsa verde, a la riojana, con tomate, se suman otras muchas recetas con este pescado.
Rescatamos una de las recetas que más nos gustan con bacalao: los buñuelos. Son perfectos para servirlos como aperitivo o entrante y la clave de su éxito está en lograr que queden jugosos por dentro y muy crujientes por fuera. No es una elaboración complicada pero, como todo, tiene su miga. Y para hacerlos correctamente hay que tener en cuenta factores como el perfecto desalado del bacalao, las proporciones justas para hacerl la masa, el aceite que uses, la fritura...
¿Qué bacalao se utiliza para preparar los buñuelos?
Puedes comprarlo ya desalado y te ahorras uno de los pasos más importantes y que más tiempo requieren. Pero si decides desalarlo tú, hay que hacerlo muy bien para que no quede ningún desagradable resto de sal de más. Pasa por el agua fría del grifo las migas de bacalao para enjuagarlas, mételas en un bol, cubre con agua fría y déjalas en la nevera unas 10 horas. Tienes que cambiar el agua y volver a lavar el pescado unas 3-4 veces. Transcurrido este tiempo, escurre el bacalao, sécalo bien y pícalo en trocitos. Para los buñuelos, usa simpre bacalao desmigado, se distribuye mejor por la masa y quedan mucho más finos y agradables al morder.
Lo primero es batir los huevos en un bol y añadirles la harina y la levadura en polvo.
Les vamos a poner cúrcuma que le da un toque que nos encanta, pero puedes aromatizar con otros condimentos como curry, pimentón y/o ajo picadito, elige el que más te guste. Incluso, hay quien le pone una pizca de colorante para que no estén tan pálidos.
Agrega ahora el agua y mezcla bien con una varilla para obtener la masa. Mide bien la cantidad porque no queremos que quede ni cementosa, ni tampoco una pasta demasiado líquida. Ayudándote con la varilla, deshaz del todo los posibles grumos que pueden formarse por la harina, cuya cantidad también has de controlar bien, porque, junto al agua, es la responsable de evitar apelmazamientos no deseados.
Añade las migas de bacalao y el perejil fresco, todo picado, y vuelve a mezclar para que se repartan bien por toda la masa. Un toque de pimienta negra nos ayudará a potenciar el sabor y el aroma final de nuestros buñuelos.
Consejos para freír los buñuelos de bacalao
Usa siempre un buen aceite de oliva para freírlos. Es la grasa más saludable, que mejor sabor aporta y que más aguanta la alta temperatura de una fritura, como la que exige esta receta. Llena con esta grasa una sartén con cierto fondo o una cazuela para que se frían los buñuelos de forma uniforme y espera a que se caliente.
Ve echando cucharadas de la masa preparada en el aceite caliente y espera a que se doren por arriba y por abajo para que los buñuelos quede crujientes, pero sin pasarte para que, al mismo tiempo, estén jugosos por dentro.
Sácalos sobre papel de cocina para absorber el exceso de aceite y llévalos inmediatamente a la mesa. Esta receta se come recién hecha, pues cuando se enfría tiende a reblandecerse y pierde todo su encanto. ¡Que la disfrutes!