Cómo hacer las gambas al ajillo perfectas
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Cómo hacer las gambas al ajillo perfectas

Aprende a preparar paso a paso este clásico de nuestra cocina que es un fantástico aperitivo para Navidad

Cómo hacer gambas al ajillo, un aperitivo perfecto para Navidad

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Las gambas al ajillo son una de las recetas más populares de la gastronomía española. Preparar este plato tan nuestro es muy fácil y rápido, no necesitas más de 15 minutos en tenerlo listo. Tradicionalmente se utiliza una cazuela de barro para cocinarlas pero en casa, si tienes inducción o vitrocerámica es mejor prepararlas en sartén. Para que te salgan perfectas tienes que tener en cuenta 3 cosas cuando vayas a preparlarlas: 1. Utiliza gambas frescas de calidad. La materia prima es muy importante. 2. No quemes los ajos en exceso para que no amarguen. 3. No te pases con el tiempo de cocción para no resecar en exceso el marisco. Si no tienes gambas frescas puedes optar por preparar esta receta de gambas al ajillo con gambas ultracongeladas. El resultado no es exactamente el mismo pero siguen estando muy ricas. El grado de picante va en función del gusto de cada uno, es decir, si te gustan más 'alegres' en lugar de una guindilla o cayena puedes echar dos o si te gustan poco picantes te recomendamos echar media guindilla seca (sin pepitas). Como mejor están las gambas al ajillo es recién hechas por eso te recomendamos tomarlas calientes, en un plato o cazuela de barro y tapadas con un plato para que no pierdan temperatura. No olvides tener un buen pan a mano porque no podrás parar de mojar, ese aceite es una auténtica maravilla. El paso a paso, lo tienes en esta vídeo receta que no te puedes perder.

  • 20 ud de Gambas frescas
  • 4 dientes de Ajo de las Pedroñeras
  • 1 ud de Guindilla o cayena seca
  • Sal
  • Pimienta negra (opcional)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Perejil fresco
  1. 1.

    Comienza pelando las gambas. Reserva las cáscaras y las cabezas para hacer un fumét que te servirá para infinidad de recetas (arroz, pasta, sopa...). Ya sabes que no nos gusta tirar nada en la cocina.

  2. 2.

    Pela los ajos y córtalos en láminas finas.

  3. 3.

    Lava, seca y corta en aros la guindilla. Quita las pepitas y las venas o hebras que pudieran tener que es lo que pica más. Puedes utilizar cayena seca que seguro tienes en casa.

  4. 4.

    En una sartén o cazuela echa un dedo de aceite de oliva virgen extra. Si quieres que te salgan perfectas, no sirve cualquier aceite, usa uno de muy buena calidad. Notarás la diferencia.


  5. 5.

    Cuando esté caliente pero sin que eche humo, incorpora la guindilla y las láminas de ajo y cuando empiecen a dorarse, añade las gambas peladas. Ten cuidado de no dorar los ajos en exceso ya que amargarán. Los queremos dorados, no quemados.

  6. 6.

    Sazona con pimienta (opcional) y sal. Cocina un par de minutos o hasta que veas que las gambas cambian de color (no las dejes en exceso para que no se sequen). Además como el aceite estará muy caliente seguirán cocinándose solas.

  7. 7.

    Sirve las gambas al ajillo en una cazuela de barro y espolvorea con perejil fresco picado. Tapa con un plato para que no se enfríen y lleva rápidamente a la mesa.

  8. 8.

    Disfruta de este sencillo plato que es una auténtica delicia.