Un postre tradicionalmente atribuido a los norteamericanos, pero tan extendido, que no deja de reinventarse: desde opciones que evitan el horno, hasta otras que se presentan en pequeñas tazas y otras muchas que cambian sus ingredientes. Esto último es lo que hacemos nosotros, combinando el chocolate blanco con nueces de Macadamia y aderezándolo con una mermelada de fresas.
- 210 g de Harina
- 0.5 sobres de Levadura en polvo
- 250 g de Azúcar moreno
- 100 g de Chocolate blanco
- 120 g de Mantequilla
- 2 ud de Huevos
- 450 ml de Mermelada de fresa
- 100 g de Nueces de Macadamia
- 5 ml de Esencia aroma de vainilla
- 3 g de Sal
- Azúcar glas
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1.
Precalentamos el horno a una temperatura de 160 ºC.
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2.
Forramos las paredes y el fondo de un molde de horno cuadrado con papel sulfurizado. La medida aproximada es de 22 cm.
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3.
En una cazuela, calentamos la mantequilla y el azúcar a fuego bajo hasta que se disuelva.
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4.
Mientras, tamizamos la harina junto a la sal, la levadura y lo añadimos, poco a poco, a la mezcla anterior.
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5.
Picamos las nueces y rallamos el chocolate. Lo añadimos a la mezcla anterior.
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6.
Batimos los huevos junto a la esencia de vainilla y también lo incorporamos a la mezcla.
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7.
Extendemos la crema que hemos creado por todo el molde y repartimos, sobre la superficie, la mermelada de fresa. Horneamos durante unos 50 minutos.
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8.
Retiramos una vez lo veamos cocido y dejamos que se enfríe durante unos 10 minutos. Quitamos el papel y cortamos pequeños cuadrados. Espolvoreamos con azúcar glas y está listo para servir.
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