También son interesantes en este sentido las verduras de hoja verde (berros, espinacas, lechuga, acelgas…) ricas en vitamina A, así como en otras vitaminas del grupo E, C y K.
Dentro de los nutrientes, también hay ciertos minerales que nos ayudan con el cuidado de la dermis. Por ejemplo, el selenio es una gran ‘socio’, presente en alimentos muy diversos como los frutos secos (como curiosidad, las nueces de Brasil son pura inyección de este mineral), los cereales integrales, las legumbres…
Por su parte, los alimentos ricos en agua también ayudarán a tener bien hidratada la piel (frutas típicamente veraniegas como el melón, la sandía, las ciruelas, el pepino, etc).
Si a todos estos alimentos de los que estamos hablando le sumamos, además, el resto de propiedades saludables con las que cuentan (su aporte de fibra, su ausencia de grasas insanas, etc), nos sobran los motivos para meterlos en la cesta de la compra. Con ellos podemos preparar infinidad de recetas, aunque ahora en verano, resultan especialmente ricos y refrescantes en preparaciones como ensaladas, sopas y cremas frías, macedonias, batidos… A continuación os proponemos algunos ejemplos para llevar a la mesa de la forma más sabrosa todos estos aliados de nuestra piel (pulsa sobre las imágenes para acceder al paso a paso).
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