1/8Sí, sí...no le dirás ‘no’ al brócoli nunca más. Y, menos, con estas deliciosas recetas en las que el queso tiene un papel bastante importante, los platos de pasta nos ayudan a ocultarlo (pero no a eliminar sus propiedades) y encender el horno nos ayuda a crear platos que harán que todos, sin excepción, quieran comer un poco más.
El brócoli es una verdura repleta de vitaminas, minerales y fibra que, además, tiene un aporte calórico bastante bajo, por lo que es el momento de incluirlo en nuestra dieta. Aprovecha, está de temporada y te ayudará a recuperarte de los excesos navideños que hemos tenido en estos últimos días. Al cocinarse, sus propiedades digestivas, anticancerígenas, cardiosaludables y depurativas se mantienen intactas; con lo que, adelante.
¿Cómo puedo cocinar el brócoli?
El brócoli se puede cocinar en cremas y ensaladas, como parte de un plato de pasta, en guisos calentitos o en tempura. Pero también formar parte del relleno de una lasaña o convertirse en el ingrediente base de una pizza. Es decir, hay un sinfín de recetas que puedes conseguir con este ingrediente tan versátil. Se trata, simplemente, de tener un poco de imaginación.
Para ello, tienes que dominar las técnicas de cocina que mejor le van, como es la cocina al vapor, la fritura, el asado o, lo más fácil, el hervido. Incluso, puedes rallarlo para servirlo en crudo a modo de cuscús, que es una de las mejores formas de comerlo en crudo. Porque sí, en crudo es bastante difícil de incluir en nuestra dieta.
Consejos rápidos para cocinar brócoli
1.- La mejor forma de cocinarlo, la más sencilla y deliciosa es cocido. Es también la más usada. Para que quede perfecto, no le des una cocción excesiva -perderá propiedades- y separa el brócoli en ramitos antes de meterlo en tu cazuela, siempre con agua hirviendo con sal y apenas cinco minutos.
2.- Al terminar de cocer el brócoli, introdúcelo en agua con hielo, conseguirás mantener vivo su color verde y su textura al dente.
3.- Si lo vas a comer crudo, lo vas a cocinar a la plancha o asarlo en el horno, lo mejor es que lo laves bien previamente, lo cortes en pequeños ramitos y deseches todas las pequeñas hojas que suelen salirle.
4.- Consérvalo siempre en la nevera, aunque si ya lo has cocinado y no vas a consumirlo, mejor guardarlo en bolsas y al congelador. Te durará hasta un año.
Una de las comidas o cenas más divertidas y que más nos gustan es la pizza. Para evitar el gluten, incluir verdura y conseguir un plato algo más digestivo (y, por supuesto, con menos calorías), hemos creado esta masa en la que nos olvidamos de la harina y la hacemos a base de brócoli. Es una opción más healthy para conseguir que los reticentes a este alimentos no protesten.
Sí, sí...no le dirás ‘no’ al brócoli nunca más. Y, menos, con estas deliciosas recetas en las que el queso tiene un papel bastante importante, los platos de pasta nos ayudan a ocultarlo (pero no a eliminar sus propiedades) y encender el horno nos ayuda a crear platos que harán que todos, sin excepción, quieran comer un poco más.
El brócoli es una verdura repleta de vitaminas, minerales y fibra que, además, tiene un aporte calórico bastante bajo, por lo que es el momento de incluirlo en nuestra dieta. Aprovecha, está de temporada y te ayudará a recuperarte de los excesos navideños que hemos tenido en estos últimos días. Al cocinarse, sus propiedades digestivas, anticancerígenas, cardiosaludables y depurativas se mantienen intactas; con lo que, adelante.
¿Cómo puedo cocinar el brócoli?
El brócoli se puede cocinar en cremas y ensaladas, como parte de un plato de pasta, en guisos calentitos o en tempura. Pero también formar parte del relleno de una lasaña o convertirse en el ingrediente base de una pizza. Es decir, hay un sinfín de recetas que puedes conseguir con este ingrediente tan versátil. Se trata, simplemente, de tener un poco de imaginación.
Para ello, tienes que dominar las técnicas de cocina que mejor le van, como es la cocina al vapor, la fritura, el asado o, lo más fácil, el hervido. Incluso, puedes rallarlo para servirlo en crudo a modo de cuscús, que es una de las mejores formas de comerlo en crudo. Porque sí, en crudo es bastante difícil de incluir en nuestra dieta.
Consejos rápidos para cocinar brócoli
1.- La mejor forma de cocinarlo, la más sencilla y deliciosa es cocido. Es también la más usada. Para que quede perfecto, no le des una cocción excesiva -perderá propiedades- y separa el brócoli en ramitos antes de meterlo en tu cazuela, siempre con agua hirviendo con sal y apenas cinco minutos.
2.- Al terminar de cocer el brócoli, introdúcelo en agua con hielo, conseguirás mantener vivo su color verde y su textura al dente.
3.- Si lo vas a comer crudo, lo vas a cocinar a la plancha o asarlo en el horno, lo mejor es que lo laves bien previamente, lo cortes en pequeños ramitos y deseches todas las pequeñas hojas que suelen salirle.
4.- Consérvalo siempre en la nevera, aunque si ya lo has cocinado y no vas a consumirlo, mejor guardarlo en bolsas y al congelador. Te durará hasta un año.
Una de las comidas o cenas más divertidas y que más nos gustan es la pizza. Para evitar el gluten, incluir verdura y conseguir un plato algo más digestivo (y, por supuesto, con menos calorías), hemos creado esta masa en la que nos olvidamos de la harina y la hacemos a base de brócoli. Es una opción más healthy para conseguir que los reticentes a este alimentos no protesten.