Cocinar con especias o cómo potenciar el sabor de tus platos con nada de grasas

Son la alternativa saludable a unas salsas con las que, a veces, inundamos nuestros platos, y se convierten en una manera natural de potenciar su aroma y sabor. Y sí, todas empiezan por C de condimento

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En la despensa de todo cocinero, profesional o amateur, existe al menos un cajón dedicado a las especias. Tanto los que se inician en esto de la gastronomía, como los que ya llevan bastantes años en ella saben que, con estos aderezos, pueden marcar la diferencia. Unas lentejas con un poco de comino, por ejemplo, resultan mucho más sabrosas y aromáticas que las que no llevan más condimentos que una pizca de sal. Porque, al final, lo que conseguimos es eso: potenciar el sabor y aroma de nuestros platos. Además, aprender a cocinar con ellas puede restarle muchas calorías a nuestras recetas, pues prescindiremos de las salsas adicionales de una forma mucho más saludable. No nos olvidemos de que las especias son condimentos naturales.

No tienen fecha de caducidad, pero sí que es cierto que, con el paso del tiempo, van perdiendo su aroma. Por eso, lo mejor es acudir a una tienda con productos a granel y comprar la cantidad justa que vayas a utilizar en los tres meses siguientes. Aunque algunas, como el cilantro fresco, se puede congelar. Si ya te has convencido y vas a empezar a cocinar con ellas, ten en cuenta dos cosas más:

  • Hazte con un buen mortero que te permita triturar sus semillas justo antes de añadirlas a tu receta, pues conseguirás no perder su frescor y su aroma.
  • No tengas miedo y tuesta las semillas en una sartén (el cilantro y el comino funcionan mucho mejor así); simplemente, tendrás que estar pendiente de retirarlas antes de que empiecen a saltar, justo el momento en el que comienzan a quemarse.

COMINO

Es la base de muchos curris en India, del cuscús árabe y de algunos panes en la tradición judía. En España, se cultiva en la zona de Levante y, al resistir muy bien las altas temperaturas, es perfecto para platos asados. Se trata de una especia diurética y antioxidante que ayuda aliviar los cólicos.

¿Cómo lo uso? Lo mejor es tostar las semillas justo antes de añadirlo a tu receta. Puedes molerlo o no.

¿Con qué lo combino? Aumenta el sabor del pavo y el pollo, además del que ya tienen las verduras y algunos guisos, como las lentejas o judías blancas. Es perfecto para sazonar una carne roja y, en España, solemos contar con él para el gazpacho.

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Paso a paso: lentejas con apio y zanahoria

 

CILANTRO

En Portugal, sustituye al perejil y, en las Islas Canarias, es parte fundamental de uno de sus platos más típicos, el mojo verde. Tiene un alto contenido en hierro, que nos ayuda a prevenir la anemia, y fibra, que estimula los movimientos intestinales. Sus hojas, además, son ricas en proteínas.

¿Cómo lo uso? Puedes tostar sus semillas o usarlo en crudo, si quieres quedarte con sus hojas. En el primer caso, puedes echarlo como un ingrediente al inicio de la receta, retirándolo antes de servirlo, y, si lo utilizas en polvo, al final.

¿Con qué lo combino? Fresco, puedes añadirlo en tus ensaladas y, sin duda, para hacer un buen guacamole. En polvo o semillas funciona muy bien para adobar carnes y pescados.

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Paso a paso: guacamole tradicional

 

CARDAMOMO VERDE

No muy conocido en nuestro país, ha sido ingrediente base en la tradición de la medicina ayurvédica, pues reduce las náuseas, la acidez y los problemas digestivos. Además, ayuda a eliminar residuos tóxicos a través de nuestros riñones.

¿Cómo lo uso? Si utilizas el grano entero, lo mejor es que lo retires antes de servir el plato. Si lo utilizas en polvo o molido, puedes echar una pequeña cantidad justo al final.

¿Con qué lo combino? En platos de arroz o legumbres. Además, una tradición oriental pero deliciosa es añadir un poco en el café, ya que lo hará mucho más digestivo y refrescante.

CLAVO DE OLOR

Es, quizás, la especia más intensa de todas las que te comentamos, por lo que debes usarla con mucho cuidado. Tienen un alto contenido en fibra, ácidos grasos Omega-3 y minerales, siendo un gran antioxidante, antiséptico y analgésico (tanto que, en aceite, se ha utilizado tradicionalmente para aliviar el dolor dental).

¿Cómo lo uso? Entero o molido, debes retirarlo siempre antes de servir tu plato, pues su sabor es algo picante y no muy agradable.

¿Con qué lo combino? Funciona tanto para recetas dulces como saladas, dándoles un intenso sabor dulce y apimentado. Por eso, suele mezclarse con nuez moscada o canela, para suavizarlo. Además de verlo siempre como ingrediente en cócteles y bebidas, puedes echarlo en tus platos de arroz, legumbres y carnes de cerdo o conejo.

CÚRCUMA

Esta última especia es la más colorida de todas, pues molida es de un amarillo muy intenso. Por eso, sustituye de forma muy económica al azafrán. Originaria de La India, es antioxidante, antinflamatoria e impulsa el sistema inmunitario, por lo que es perfecta para combatir el dolor de cabeza.

¿Cómo lo uso? Si compras su raíz fresca, puedes congelarla y añadirla troceada a tus infusiones. Si la compras en polvo, lo mejor es utilizarla en el momento de cocción.

¿Con qué lo combino? Es perfecta para darle sabor y color a nuestras sopas de verduras (con una simple cucharadita), salsas para pastas sin añadir calorías o arroces. Además, una bebida que se puso de moda el año pasado fue el Cúrcuma Latte, ya que al ser tan energética, puede sustituir al café.

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Ingredientes: leche vegetal, un poco de canela en rama, una cucharadita de cúrcuma y un poco de pimienta negra que aumentará su absorción en nuestro organismo. Tómalo bien caliente.